Sergio Mena presenta parte de su eventual gabinete y reta a candidatos a hacer lo mismo
Esta no es la primera vez que el aspirante de Nueva Generación hace un anuncio como este, pero, ¿es un verdadero acto de transparencia o una estrategia electoral?
El candidato presidencial del Partido Nueva Generación, Sergio Mena, presentó esta mañana a cuatro de las personas que lo acompañarían en su eventual gabinete.
Lo hace a poco más de un mes para las elecciones nacionales del 6 de febrero y en contra de la tradición electoral, pues normalmente los candidatos esperan el resultado de los comicios para anunciar sus fichas en ministerios e instituciones.
Hoy, Mena anuncio a cuatro rostros poco conocidos para las carteras de Justicia, Cultura, Ambiente y Salud.
En el primero presentó a la criminóloga Tania Molina, en Cultura al DJ y músico Laurence Castro, en Ambiente a Víctor Villalobos y en Salud a Sadie Morgan, anestesióloga de la CCSS y miembro del grupo “Médicos por la Vida”, que se opone rotundamente al aborto en Costa Rica.
En su presentación, el candidato defendió que el electorado tiene derecho a saber quién acompañará a los candidatos en un eventual gobierno y que ese es signo de verdadera transparencia en el ejercicio del voto.
“La mitad o más del padrón hoy está indeciso y no quiere votar. Estamos cansados de ver candidatos que nunca muestran con certeza a sus asesores o personas que pueden ser parte del gabinete, la mayoría se guarda todo para la postelección o no tienen a nadie, otros muestran a 15 por tema, sin decir esta persona será.
“Por respeto a los electores vamos a ir mostrando nuestros perfiles, para que que también el pueblo pueda opinar sobre ellos y cuando vote por el PNG vote por un equipo y no por una persona nada más”, dijo Mena.
¿Pero es de verdad un ejercicio de transparencia o una táctica electoral?
Lo primero es decir que el reto no es nuevo: Hace cuatro años, en el debate del Tribunal Supremo de Elecciones, Mena ya había retado públicamente a sus rivales a dar nombres de su equipo, adelantando él algunos suyos en puestos y áreas claves.
Ese reto no prosperó.
“Es un golpe de efecto, desde el punto de vista de la campaña electoral es una buena táctica generar noticia para un candidato que ahora mismo tiene pocas opciones y que tiene entonces mucho qué ganar y poco qué perder. Es adelantarse a sus rivales y ver si puede así subir un poquito en la intención de voto logrando colocarse en el ojo de la opinión pública aunque sea por corto tiempo.
“Dicho eso, es evidente que la misma situación de tener una posibilidad mínima, por no decir nula, ofrece esa maniobrabilidad de hacer este tipo de cosas, él puede hacer estos anuncios y lanzar estos retos porque luego no tiene que honrar estos compromisos, que es un lujo que no se pueden dar los primeros lugares de las encuestas, especialmente cuando es sabido que estos puestos son herramientas de negociación política, tal y como sucedió con Carlos Alvarado hace cuatro años”, explicó el analista político, Sergio Araya.
Para Araya, un movimiento como este es impensable para aspirantes como José María Figueres (PLN), Lineth Saborío (PUSC), Fabricio Alvarado (Nueva República) o José María Villalta (Frente Amplio), porque su estrategia es muy diferente a la de Mena y Nueva Generación.
"El librillo es otro. Ellos (los primeros lugares) juegan un juego diferente, son más calculadores, más reactivos. No pueden alegremente empezar a repartir puestos como si fuera una piñata, eso les generaría una presión innecesaria.
"Él (Mena) sí necesita acciones para ponerlo en la agenda de los medios y de la opinión pública y en ese sentido su movida es adecuada e inteligente, ahora falta por ver si también será funcional y cómo se moverá en su intención de voto, especialmente para una persona que también aspira a una diputación", finalizó el experto.