Mortal tiroteo en San Cayetano: ¿Podría el sospechoso alegar defensa propia?
El abogado Rodolfo Brenes, experto en Derecho Penal, explica en qué condiciones podría utilizarse ese argumento.
¿Actuó en legítima defensa el sospechoso de matar a dos presuntos asaltantes en barrio San Cayetano, San José? Un experto explica en qué condiciones podría utilizarse ese argumento.
Primero, es importante saber qué ocurrió (ver video adjunto). Fuentes cercanas al caso explicaron a Telenoticias que, durante la tarde del sábado, dos sujetos ingresaron a una propiedad tras forzar un portón eléctrico. Cuando estaban muy cerca de la puerta principal, fueron vistos por un ocupante, quien estaba adentro y corrió a refugiarse, ya que acompañaba de una adulta mayor de 80 años.
Otro testigo, desde el exterior del inmueble, se percató del movimiento extraño y alertó al familiar que enfrentó a los sospechosos. Al parecer, él habría disparado en la acera; luego de eso, los sospechosos salieron de la propiedad y, cuando pretendían subir al carro que los esperaba, habrían sido impactados.
Según el Código Penal, la legítima defensa permite repeler una agresión ilegítima; eso sí, las medidas tienen que ser razonables y proporcionales a la agresión, de acuerdo con lo que explica un experto.
"En el video no se aprecia claramente cuándo fue el momento en que se efectuaron los disparos. Si se efectuaron cuando las personas estaban cometiendo la agresión y tratando de entrar a la casa, estamos ante una clara legítima defensa.
"Por el contrario, si las personas ya habían cesado la agresión y estaban emprendiendo la huida, si hubieran recibido un disparo por la espalda, ahí podríamos estar, más bien, ante una hipótesis de un exceso en la defensa, porque no estamos ya ante una agresión ilegítima, actual e inminente", explicó el abogado Rodolfo Brenes, experto en Derecho Penal.
Tras estos hechos, el joven que evitó el robo quedó en libertad y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) decomisó tres armas de fuego en el lugar del suceso.
Los presuntos asaltantes, ambos fallecidos, fueron identificados con los apellidos Cordonera y Luna, de 18 y 30 años, respectivamente.