Por Paulo Villalobos |20 de noviembre de 2023, 11:58 AM

Los colegiales triplicaron el uso de vaporizadores en tres años.

Solo 46 por cada 1.000 estudiantes consultados en 2018 afirmaron haber utilizado en alguna ocasión un cigarrillo electrónico, mientras que en 2021 fueron 131 por cada 1.000.

Así se desprende de la VI Encuesta Nacional sobre Consumo de sustancias Psicoactivas en Población de Estudiantes de Educación Secundaria, Costa Rica 2021, publicada en setiembre pasado por el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).

Dicho ente destacó este lunes la extensión del uso de estos dispositivos electrónicos para vapear.

El estadístico del Proceso de Investigación del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia, Gerardo Sánchez, explicó que los resultados corresponden a los informantes con edades de 12 a 18 años cumplidos.

"Cuando a los colegiales se les preguntó en 2021 sobre el vapeo en los últimos 30 días, un 3,2% de los estudiantes indicó que había usado ese tipo de dispositivos en ese período. Un 4,0% de los varones los había usado en el último mes frente a un 2,4% de las mujeres", destacó el experto.

Conforme los estudiantes aumentaban su edad, también crecía el porcentaje de usuarios de estos productos electrónicos. Esto quiere decir que los de 13 años usaban más los dispositivos que los de 12 años, y así sucesivamente.

"Esto significa que hay un grupo de personas menores de edad que se exponen a los efectos nocivos del vapeo. El aerosol del cigarrillo electrónico puede contener nicotina y otras sustancias adictivas causantes de cáncer, enfermedades pulmonares y cardiacas. Esto sin tomar en cuenta que el proceso de combustión que se da durante el vapeo siempre, siempre es perjudicial", recalcó por su lado el encargado de la Casa Jaguar, Eddy Marchena.

La doctora del Proceso de Atención de Pacientes, Gabriela Rojas, apuntó que el acto de vapear productos con nicotina o sustancias derivadas del cannabis pueden enlentecer el desarrollo cerebral en los adolescentes, afectar su memoria, su concentración, el aprendizaje, el autocontrol, la atención y el estado de ánimo.

"Conforme aumentan la edad, los jóvenes sienten más libertad, algunos padres podrían ser más permisivos, tener menos supervisión con sus hijos e incluso ellos convencerles de que los dispositivos son inofensivos y menos malos que los cigarrillos convencionales; cosa que no es real. En estas edades, para los colegiales, es más importante el grupo de pares, porque se dejan influenciar con mayor facilidad por ellos más si tienen amigos consumidores", detalló la psicóloga Jacqueline Thorhauge.

Por su parte, la trabajadora social Zeidy Fernández recordó que este tipo cigarrillos no son inofensivos y que algunas de sus esencias pueden causar dependencia y daños a la salud.

"Hay estudios que aseguran que muchas enfermedades están asociadas al uso de ellos", afirmó la especialista.

Postrado en una cama

Una muestra de ello es que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) confirmó el 8 de noviembre anterior que registró el primer caso de un paciente con el síndrome pulmonar asociado al vapeo (EVALI, por sus siglas en inglés).

Se trata de un menor de 16 años de edad que utilizó vaporizadores durante tres meses, de forma diaria y a escondidas de sus padres.

Al joven se le tuvo que internar por 29 días en una unidad de cuidados intensivos (UCI).

Incluso, el muchacho tuvo que ser intubado, dadas las severas lesiones que presentaba a nivel pulmonar, informó entonces la institución administradora de los hospitales públicos del país.

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