Venezuela y EE. UU. reiniciarán diálogo el miércoles, anuncia Nicolás Maduro
El mandatario venezolano dijo que lo pensó "durante dos meses" antes de aceptar una oferta de Washington para reanudar conversaciones.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el lunes que el próximo miércoles reiniciará el proceso de diálogo con el gobierno de Estados Unidos, luego de, según dijo, haber recibido propuestas de retomar conversaciones durante dos meses.
"Yo he recibido la propuesta durante dos meses continuos del gobierno de los Estados Unidos para restablecer las conversaciones y el diálogo directo, luego de pensarlo durante dos meses he aceptado", dijo el mandatario en su programa de televisión semanal.
"He aceptado, y el próximo miércoles se reanudan (las conversaciones con Estados Unidos) para que cumplan los acuerdos firmados en Qatar y para restablecer los términos del diálogo con respeto, sin manipulaciones, y además que sean diálogos públicos sin especulaciones", agregó Maduro.
Dijo que la comisión de diálogo de Venezuela ya no se reunirá "a escondidas" con representantes de Estados Unidos porque luego los estadounidense no respetan los acuerdos "secretos".
"Vamos a debatir y a buscar nuevos acuerdos", subrayó el gobernante
"Quiero diálogos, quiero entendimiento, quiero futuro para nuestras relaciones, quiero cambios, eso sí, bajo la soberanía absoluta y la independencia de Venezuela", aseveró.
El gobierno venezolano estará representado por el jefe del Parlamento y de la comisión de diálogo, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado Miranda (centro), Héctor Rodríguez.
¿Sanciones en la mesa?
Venezuela y Estados Unidos comenzaron a negociar a finales del año pasado en Catar. En esas conversaciones acordaron un canje de presos: Washington liberaba a Alex Saab, señalado de ser testaferro de Maduro, y Caracas a 28 reos, 10 estadounidenses y 18 venezolanos.
En paralelo a esos encuentros, el gobierno venezolano y la oposición se reunieron para acordar las condiciones y fecha de las elecciones presidenciales.
Como recompensa, Estados Unidos flexibilizó el embargo petrolero, pero en abril reimpuso las sanciones, tras considerar que el gobierno venezolano había incumplido el acuerdo al inhabilitar a la principal líder de oposición, María Corina Machado, para las presidenciales del 28 de julio.
Washington condicionó el levantamiento de las medidas punitivas a la habilitación de todos los opositores, pero Venezuela consideró la acción como una forma de "tutelaje".