Por Luis Jiménez |14 de octubre de 2024, 15:00 PM

El país enfrenta una grave amenaza a su seguridad tras los recientes ataques perpetrados contra agentes policiales. Así lo afirmó el director de la Policía Judicial, en una contundente declaración luego de que dos incidentes violentos marcaran la noche de domingo y madrugada de lunes.

"Una patrulla de la Fuerza Pública fue impactada en varias ocasiones en Batán, Limón, y la casa de un compañero investigador del OIJ también fue atacada con ráfagas de AK-47. Estas situaciones deben llamarnos a la reflexión; estamos ante una agresión directa contra los cuerpos policiales", expresó Randall Zúñiga.

Según el director del OIJ, los ataques no buscan acabar con la vida de los policías, sino enviar un mensaje claro: "Si estos grupos criminales hubieran querido matar a los compañeros, lo hubieran hecho. Están enviando un mensaje".

Zúñiga hizo un llamado urgente a una respuesta inmediata a nivel país, destacando la necesidad de que los costarricenses comprendan que "la criminalidad es el mayor enemigo en la actualidad".

Además, hizo hincapié en la importancia de la unidad entre los líderes nacionales y la necesidad de dejar de lado las luchas internas.

"Se debe deponer cualquier lucha entre personas con capacidad de decisión en este país y lograr una unión para evitar lo que ocurrió en otros países como Colombia. En río revuelto, ganancia de pescadores, pero en Estado revuelto, ganancia del crimen organizado. No podemos dejar que Costa Rica se nos vaya de las manos", rezó Zúñiga.

El director del OIJ enfatizó que el crimen organizado está aprovechando la falta de cohesión en la respuesta del Estado y aseguró que, a pesar de los ataques, no se dejarán intimidar y continuará trabajando con firmeza.

"Estas situaciones buscan amedrentarnos, pero no lo van a lograr", afirmó, haciendo un llamado al esfuerzo conjunto de todas las personas con poder de decisión para revertir la tendencia de violencia que enfrenta el país.

Este domingo por la noche, una patrulla de la Fuerza Pública fue emboscada por un grupo de sujetos armados con fusiles AK-47 mientras los oficiales atendían un reporte de detonaciones de arma de fuego en Batán, Limón.

Durante un intenso operativo policial, las autoridades encontraron el armamento de alto poder destructivo, incluyendo fusiles AK-47 y AR-15, así como varias pistolas, enterradas dentro de un bananal.

También se detuvieron a dos personas, un hombre y una mujer, como sospechosos de los hechos.

Horas después, durante la madrugada del lunes, la casa de un agente del OIJ fue baleada en Pococí.

La vivienda tenía disparos en ventanas, puertas, paredes y hasta en un vehículo estacionado en la propiedad. En el lugar los oficiales encontraron más de 15 casquillos de arma de fuego, calibre 7.52.

Ambos casos se encuentran bajo investigación.

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