Aprenda las proporciones ideales para preparar un café perfecto en chorreador
En el video adjunto, le enseñamos cómo elegir café de calidad, conservar sus propiedades y determinar la proporción adecuada entre café y agua.
Estas tardes navideñas son perfectas para compartir un tamalito junto a un delicioso café. Hoy, le ofreceremos una guía básica para que pueda disfrutar aún más de esta exquisita bebida. Lo primero que aprenderemos es qué es un café de especialidad.
"La diferencia radical en la evaluación de diez atributos que se le da al grano como tal. Esta evaluación se clasifica en una escala del 0 al 100. Si obtiene más de 80 puntos, se considera un café de especialidad; si obtiene menos de 80 puntos, se cataloga como un café comercial", explica Hernán Azofeifa, un experto en café.
El tipo de tueste es una referencia del sabor que experimentará al probar el café; un tueste claro brinda una percepción más ácida, mientras que un tueste oscuro proporciona una percepción más amarga. Por ello, se recomienda optar por un tueste medio, ya que logra un equilibrio entre ambos.
La región de producción del café también influye en su sabor, influenciada por la altitud y el tipo de suelo. Costa Rica cuenta con ocho regiones cafetaleras, por lo que hay opciones para todos los gustos. Otro factor importante es el grosor del café ya molido, conocido como molienda. La molienda media o fina se recomienda para coffee maker y chorreador.
¿Cómo conservar el café en casa?
"Siempre es preferible tenerlo en grano, ya que es similar a una manzana; en el momento en que abrimos la manzana, comienza a oxidarse, y lo mismo ocurre con el grano. Cuando lo molemos, el proceso de oxidación se acelera. Por lo tanto, es recomendable conservarlo en grano. No obstante, si no contamos con un molino, podemos conservarlo molido en un contenedor hermético que no permita el paso de la luz", aconseja Azofeifa.
En cuanto a la preparación en el chorreador, para cada taza, se sugiere utilizar 15 gramos de café, equivalentes a dos cucharadas soperas, y 250 ml de agua (1 taza). El agua debe estar muy caliente, pero no hirviendo. Se recomienda dejarla enfriar durante cinco minutos antes de verter el café y moverlo con una cuchara durante el proceso. Utilice esta receta como base y ajústela según sus preferencias para lograr un café más fuerte o menos intenso.
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