Presidente Chaves despide a ministro Luis Amador
La destitución fue dada a conocer, este martes, en una conferencia de prensa "urgente".
El presidente Rodrigo Chaves anunció, este martes, el sorpresivo despido de Luis Amador como ministro de Obras Públicas y Transportes.
La decisión fue comunicada en una conferencia de prensa "urgente", convocada por Casa Presidencial.
El puesto de Amador será ocupado por el hasta hoy director de Conavi, Mauricio Batalla, cuya primera orden será, además, la destitución inmediata del director de Aviación Civil, Fernando Naranjo.
La razón, que el mandatario calificó como "la mejor para el pueblo de Costa Rica", responde, según Chaves, al compromiso de su Gobierno con la "transparencia y la rendición de cuentas" y hace referencia a la reparación de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Guanacaste.
"Esta no es una decisión fácil, pero para eso me contrató el pueblo de Costa Rica. Estoy convencido de que lo mejor para Costa Rica es lo que acabo de decidir y anunciar", dijo el Presidente poco antes de hacer una cronología del caso.
Según Chaves, el 12 de octubre pasado, Aviación Civil, por medio de Naranjo y con el aval de Amador, lanzó a SICOP un concurso para la reparación urgente de esa pista.
A ese concurso se presentaron tres oferentes: la constructora MECO, Hernán Solís y el Consorcio Pedregal.
El 29 de enero se adjudicaron a MECO los trabajos por un monto total de $40 millones; $2 millones más que la oferta más baja, presentada por Pedregal.
"Esos términos de referencia tienen indicios de que fueron diseñados para que ganara la empresa que terminó ganando (MECO). Nos costó más de mil millones de colones ese error", añadió el mandatario.
Chaves dijo no tener "ningún indicio de corrupción" por parte de Amador o Naranjo, pero sí criticó que ellos firmaron algo en los que solo una empresa podía calificar en los términos del puntaje.
"No es aceptable que se haya establecido, como parámetro único, que la experiencia en construir pistas de aterrizaje, cuenta únicamente para aquellas obras de pistas de aterrizaje de más de 20 mil metros cuadrados y solo una empresa tenía esa experiencia en el país.
"Nosotros hemos visto cómo se le hacen trajes a la medida a contratos de esta magnitud y la responsabilidad política le corresponde a los dos jerarcas que firmaron y dijeron 'esto va para adelante'", finalizó.