Diputados insisten en reducir plazo entre primera y segunda ronda electoral
El Plenario aprobó un nuevo texto sustitutivo al proyecto para que, como fecha máxima, ese balotaje se celebre el tercer domingo de marzo.
El Plenario aprobó, este miércoles, una moción de texto sustitutivo al expediente 21.067, que pretende reducir el plazo que hoy existe entre la primera y la segunda ronda electoral.
Se trata de un nuevo intento del Congreso por modificar la Constitución Política para que ese eventual balotaje ya no se celebre el 1.º de abril, como sucede actualmente, sino en una fecha anterior.
El nuevo intento de los diputados, aprobado hoy por unanimidad, establece que en caso de ser necesaria una segunda ronda, esta se celebrará un mes después de la declaratoria oficial de resultados de esa primera votación, pero teniendo como máximo el tercer domingo de marzo.
La propuesta permitiría, según detalló el diputado Eliécer Feinzaig (PLP), que en el peor de los casos la segunda ronda se adelante dos semanas con respecto al plazo actual, pero podría ser incluso más, según la celeridad con la que el Tribunal Supremo de Elecciones haga esa declaratoria.
La moción, calificada por Feinzaig como de consenso, tenía firmas de todas las fracciones y fue votada por unanimidad.
Nuevo intento
El proyecto de ley fue redactado en 2018 con el impulso del frenteamplista José María Villalta y diputados de diferentes fracciones.
Su intención era permitirles a los partidos políticos reducir sus gastos electorales, pero también preparar mejor sus gobiernos y equipos de trabajo a quienes resulten ganadores.
La propuesta original establecía que la segunda ronda se celebraría el domingo posterior a un mes después de que el TSE hiciera la declaratoria oficial de resultados de la primera votación.
En setiembre anterior, sin embargo, la actual Asamblea Legislativa retomó la discusión proponiendo ahora que ese balotaje fuera el primer domingo de marzo.
Esa idea fue enviada a consulta al TSE, que respondió con absoluto rechazo a la idea, alegando que se estarían afectando negativamente “garantías previstas en el ordenamiento jurídico para asegurar la pureza del sufragio y derechos fundamentales de algunos ciudadanos que podrían verse excluidos del derecho de elegir”.
Con ese antecedente, el Congreso espera que esta nueva propuesta sí sea aceptada por el máximo órgano electoral, que nuevamente deberá analizar el texto y trasladar su análisis a los legisladores.