Por Mariela Montero Salazar |2 de agosto de 2024, 10:52 AM

En un llamado contundente desde el altar, monseñor Óscar Fernández Guillén, obispo de la Diócesis de Puntarenas, aprovechó la homilía del 2 de agosto en la explanada de la Basílica de Los Ángeles, en Cartago, para condenar el creciente problema de la violencia intrafamiliar y social que afecta al país y al mundo.

“La sociedad en la que vivimos no nos enseña a manejar la cólera, la ira o el enojo. Somos violentos, somos agresivos”, enfatizó el obispo durante su mensaje.

A diferencia de otras ocasiones, la Iglesia Católica evitó enviar un mensaje político o una crítica directa al Gobierno.

Este año, el presidente Rodrigo Chaves no asistió a la tradicional eucaristía, a pesar de haber cancelado un viaje que tenía programado a Japón para estas fechas. Según confirmó Casa Presidencial ante consultas de Teletica.com, la ausencia del mandatario se debió a que se someterá a exámenes médicos, aunque no dieron más detalles. En su lugar, participó la vicepresidenta y ministra de Salud, Mary Munive.

Ante cientos de fieles y figuras gubernamentales, monseñor Fernández inició su sermón abordando la necesidad de negarse a sí mismo para seguir a Jesús. “Es un llamado para toda la humanidad; pero nosotros, que nos confesamos cristianos, hemos aceptado esa invitación y debemos permanecer en ella”, comentó.

“Estamos en un momento cultural en el que se busca eliminar el eje vertical de la Cruz, la relación con el Padre. Un gran sector de la sociedad ha amputado su relación con Dios en la vida social y civil”, continuó durante su exhortación a los fieles. 

También destacó la eliminación del eje horizontal, que representa la relación con el prójimo: “La Cruz de Cristo es ese doble eje horizontal y vertical”.

Este año se celebran 389 años del hallazgo de la imagen de La Negrita y 200 años de su designación como Patrona de Costa Rica.

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