La Dirección General de Aviación Civil está atada de manos para atender la problemática de los punteros láser que, en los últimos días, han afectado a tres vuelos comerciales en el país.

El último caso se presentó este miércoles con un piloto de American Airlines, quien reportó una luz verde apuntando directamente hacia la cabina de la aeronave mientras aterrizaba en el Aeropuerto Juan Santamaría de Alajuela.

El hecho se suma a otros con aviones de United Airlines y Avianca, que se registraron en la semana anterior.

Luis Eduardo Miranda, subdirector de Aviación Civil, explicó que el problema no es exclusivo de Costa Rica, pero que a diferencia de otros países aquí no existe regulación al respecto.

“Para Costa Rica no existe actualmente una regulación que imponga multas o años de cárcel a algún responsable por un tipo de acto así. De entrada uno pensaría que no es intencional de la persona que está jugando con la luz hacer daño o provocar un accidente”, dijo Miranda.

El subdirector sí aseguró que hay un protocolo de atención para estos casos, que implica el aviso a la torre de control para que envíen personal al sector de donde proviene la luz.

“En la mayoría de los casos el tiempo es un factor importante porque no siempre obedece a puntos específicos, entonces dependiendo que tan complicado sea el acceso al lugar donde se reporte y el tiempo que tarde la unidad en llegar, así será el éxito de encontrar a la persona o personas que estén realizando esta práctica”, añadió el subdirector.

Hasta ahora, en estos tres casos, esos esfuerzos no han rendido frutos. Las autoridades sospechan que los dueños de las luces láser no están cerca del aeropuerto, sino en zonas como San Joaquín de Flores o La Garita y apuntan a la distancia. 

Recurrente

Miranda explicó que el problema no es nuevo, aunque esta ola de casos sí.

“Esto es cíclico y no es algo que se dé diariamente, no es pan de cada día. Hace alrededor de 12 o 13 años se había presentado algo simular y fue ahí donde la circular aeronáutica fue publicada con toda esta información.

El subdirector dijo que el problema se da siempre al momento de despegue y aterrizaje de las aeronaves, pues es difícil que estos punteros tengan mucha mayor capacidad.

Añadió, además, que es difícil pensar que este tipo de situaciones provoquen un accidente, pero sí dejó claro que comprometen la visión de los pilotos y que, en última instancia, podrían provocar, por ejemplo, que se impida a un avión despegar o que se devuelva a pista uno que acaba de hacerlo.

Miranda aseguró que si el problema persiste podrían tener que verse obligados a trabajar en una regulación que sí permita castigos a estas personas, pero que de momento la invitación es para que se denuncie a las autoridades este tipo de actos y se cree conciencia sobre la afectación y el peligro que acarrean.

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