Ave emblemática de humedales costarricenses está en peligro de extinción
El icónico jabirú enfrenta una crisis de conservación. Estudios revelan que el 75% de sus nidos están en fincas privadas, fuera de protección. ¿Qué se puede hacer para salvarlo?
El jabirú (Jabiru mycteria), una de las aves más emblemáticas de los humedales costarricenses, se encuentra en peligro de extinción. De acuerdo con el más reciente estudio de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), en 2024 solo se contabilizaron 157 ejemplares en el país, 30 menos que en el año anterior.
Esta majestuosa especie puede alcanzar hasta 1,60 metros de altura y pesar aproximadamente 8 kilogramos. Su característica más distintiva es su pico negro y ancho, que mide cerca de 30 centímetros. Pero, pese a su imponente presencia, el jabirú enfrenta múltiples amenazas que ponen en riesgo su supervivencia.
La principal causa de la disminución de la población de jabirús es la destrucción de su hábitat natural. La pérdida de humedales, la tala de árboles utilizados para la anidación, los incendios y el turismo irresponsable han reducido drásticamente sus áreas de reproducción y alimentación.
Otro factor preocupante es que, según el estudio de la UNED, al menos el 75% de los nidos de jabirú en Costa Rica se encuentran en fincas privadas, fuera de las áreas protegidas. Esto dificulta la implementación de estrategias de conservación efectivas, ya que la preservación de estos sitios depende en gran medida de las decisiones de los propietarios de tierras.
Cada febrero, investigadores y expertos en vida silvestre realizan una revisión de todos los nidos registrados en el país. Además, los conteos anuales, que se llevan a cabo entre marzo y abril en distintos humedales, han seguido una metodología estandarizada desde 1995 para evaluar la situación de la especie.
Si bien existen esfuerzos para proteger al jabirú, los especialistas advierten que es urgente reforzar las acciones de conservación, crear más áreas protegidas y concienciar sobre la importancia de esta especie para el equilibrio ecológico de los humedales costarricenses.