Sus hijos la llamaron “gorda” y ella les dio una lección que no olvidarán
La respuesta de Allison Kimmey en Instagram se volvió viral.
Allison Kimmey, de 30 años, le dio una lección de vida a sus hijos que jamás olvidarán, luego de que la llamaron “gorda”.
Todo comenzó cuando Kimmey se encontraba disfrutando de un día de piscina con sus hijos, quienes sin pensarlo, le dejaron ver que ella tenía sobrepeso.
Sin embargo, la respuesta de esta madre fue tan acertada, que hoy su posteo en Instagram se ha convertido en un verdadero fenómeno.
El dialogo que ella y sus hijos tuvieron fue el siguiente, según ella misma lo comentó:
Allison: ¿Qué has dicho de mi?
Hija: Me dijo -el hermano de la niña- que eres gorda, lo siento mamá.
Allison: Vamos a conversar sobre esto. La verdad es que no soy gorda, nadie es gordo. Solamente tengo grasa, todos tenemos grasa para proteger nuestros músculos y huesos para mantener nuestro cuerpo. De hecho es la grasa la que nos permite tener energía ¿y tú tienes grasa?
Hija: Sí, tengo algo de grasa acá en mi barriga.
Allison: Eso es correcto, vamos a ver qué dice tu hermano.
Hijo: La verdad es que no tengo nada de grasa, soy el más delgado y solo tengo músculos.
Allison: En realidad, todo el mundo, cada persona tiene grasa, pero en diferentes cantidades.
Hijo: Es cierto, quizás tengo algo para proteger mis músculos más grandes, pero tú tienes más que yo.
Allison: Sí, eso es cierto. Algunas personas tenemos mucho y otras muy poco, pero eso no quiere decir que una persona es mejor que otra. ¿Entienden ahora?
Ambos: Sí, mamá.
Allison: Entonces ¿pueden repetir lo que dije?
Ambos: Sí, no deberíamos decir que alguien es gordo porque no se puede estar hecho solo de grasa, todos tenemos diferentes cantidades porque somos diferentes y eso está bien.
La historia de Allison Kimmey se remonta a su adolescencia, pues a sus 14 años ella era delgada hasta que se graduó cuando se cansó de las dietas.
Desde hace tres años dejó de luchar con las constantes dietas.
Por esta razón decidió crear una cuenta en Instagram para motivar a otras personas a sentirse feliz con su cuerpo.
Fue así como lo que podría haberse transformado en una cruel manera de terminar un agradable día de piscina, se transformó en una lección que esos niños no olvidarán.