Otra noche mágica en el Marco Picado: Así se vivió la tercera gala de NUE
La noche de este domingo una estrella fue apagada, pero todavía quedan 15 talentosos jóvenes, adultos y niños en competencia. Ellos darán todo de sí para seguir avanzando en el concurso de canto.
Luego de unos días de descanso por la Semana Mayor, este domingo regresó la sétima temporada de Nace una Estrella (NUE) con su tercera gala. La magia volvió a iluminar el Estudio Marco Picado en una noche que combinó talento, pasión y sueños en cada nota musical. Dieciséis participantes conquistaron el escenario de NUE con interpretaciones que emocionaron y dejaron huella en el corazón del público.
Pese a que algunos de los talentos han mejorado mucho desde la primera semana de competencia, otros no han avanzado como es de esperarse y el apoyo del público ha sido indispensable. Estos dos factores fueron considerados en la segunda eliminación de la temporada.
Albin Fernández y Jessica López fueron los dos artistas que menos apoyo del público recibieron. Por decisión del jurado, como la producción había adelantado, un participante más fue expulsado. Se trata de Albin, también conocido como "La ardilla".
Pese a que esta luz fue apagada, 15 siguen brillando y darán todo para ganar el premio de $15.000 en categoría "Adultos" y $7.500 en categoría "Niños".
Participantes muestran evolución y exploran nuevos géneros
La velada abrió con la energía de Maximiliano Cruz, el joven de 11 años oriundo de Alajuela que sueña con surcar los cielos como piloto comercial. Esta vez, despegó con fuerza en la tierra interpretando Tacones rojos del cantante colombiano Sebastián Yatra. Acompañado de dos bailarinas y usando micrófono de mano, el niño desbordó frescura y alegría.
La jueza chile Myriam Hernandez lo felicitó por el buen manejo de cámara y afinación, además de "presentar una canción distinta". Logró 25 puntos entre los cuatro jueces. El maestro Marvin Araya fue quien que le dio la mayor calificación, un 7. Los otros tres expertos le dieron un 6 de 10 puntos al pequeño Maxi.

José Martín Rodríguez, quien domina varios idiomas y canta en siete lenguas diferentes, se apoderó del escenario con El blues de la soledad. El ramonense llevó consigo velas portátiles y dos bailarinas que complementaron su atmósfera íntima y melancólica, envuelta de calidez.
Joaquin Yglesias disfrutó su presentación. Destacó que el artista tuvo una “afinación bastante precisa”. Agregó que le gustaría escuchar a MartinSon con “más contrastes”. Araya estuvo de acuerdo con el tenor y describió la presentación como “controlada”. En total, obtuvo 30 puntos. Yglesias y Nova le dieron un 8, mientras Araya y la cantante Hernández un 7 de 10 posibles puntos.

El empresario, músico y padre de tres hijos, Andrés Zamora, conocido como "AndSot", vibró con fuerza interpretando Así es la vida. Demostró su versatilidad tocando fibras profundas con su voz y presencia, armado con su pasión desbordante.
Hernández describió a Andrés como un artista, pero le pidió cuidar el volumen y afinación. Por su parte, Nova confesó que le conmovió mucho el final del tema y le pidió para la próxima semana que presente una balada.
“Me encantaría escucharte una balada”.
En total, logró 26 puntos distribuidos de la siguiente manera: los jueces le dieron un 6 cada uno, mientras que las juezas le otorgaron 7 puntos.

Albin Fernández, "La ardilla" del mercado de artesanías de Pavas, trajo su esencia roquera con un toque nostálgico al cantar De la noche a la mañana. Con 13 años en la música, su sensibilidad se sintió a flor de piel en cada verso, mientras sujetaba con fuerza su micrófono de mano, como quien abraza sus sueños.
“La voz es un caballo salvaje y hay que domarlo. Tenés que tener cuidado que no se suba porque a veces por la emoción se puede subir. Dicho esto, te tengo que decir que esta es la presentación que más me gustado de la que has hecho. Me emocionaste en la parte del coro y de eso se trata”, dijo el tenor Yglesias.
Todos los jueces le dieron 6 de puntuación a Fernández, para un total de 24 de 40 puntos posibles.

Vivianne Juárez, la pequeña liberiana de 12 años brilló al interpretar Sorda, muda de Shakira y puso a bailar al Marco Picado, incluidos los jueces. Con dos bailarinas que acompañaron su energía contagiosa, su presentación se convirtió en un llamado a la vida, a los sueños que apenas empiezan a florecer.
"Me encanta que lo diste todo, se sintió. Nos sorprendiste. Lo único que te diría es que algunas veces te escuché atrasada con el ritmo, creo que es por la ligereza de la voz, pero te quedó precioso", agregó la jueza tica.
Los jueces le dieron 6 puntos de 10, solo Nova le dio 7 de puntaje, para un total de 25 puntos.

El desamparadeño Alberto Ismael Murillo, de 57 años, amante del ajedrez y fiel guitarrista de su iglesia cristiana, emocionó con Gema. Su voz y su puesta en escena recordó que nunca es tarde para seguir persiguiendo la música que habita en el alma.
El tenor alabó el control de la voz del mayor en competencia. "No se sintieron baches y muy buenas las dinámicas". Lo único que le pidió fue que en el "agudo del final" debió tener más cuidado para saber qué hacer y cómo manejar su voz. El director de la Orquesta Filarmónica felicitó a Alberto porque "el vibrato mejoró" y le pidió que la próxima semana les traiga "algo super diferente", a lo que la jueza chilena asintió.

Para los jueces, esta presentación fue de 28 puntos de 40. Pero aquí no terminó la puesta en escena de Murillo. Esta noche quedará plasmada en la memoria del señor y su futura esposa, ya que con "Dios y el público" como testigo, realizó una romántica propuesta de matrimonio.
Karen Box, quien busca ser reconocida como Kailin Garibaldi, subió al escenario con la ternura y fuerza. Con Tú solo tú, telas blancas ondeando y un ventilador que acariciaba la escena, creó un cuadro etéreo mientras su voz acariciaba los corazones.
"Te felicito", le dijo Marvin Araya. Hernández le pidió interpretar no solo con el cuerpo, también con la voz. Debi Nova acotó que le encanta la voz de Karen y la sorprendió "cuando entró la salsa". Finalizó diciendo que lo hizo maravilloso, pero le pidió cuidar los finales y la afinación.
Logró 30 puntos: Yglesias y Nova 8 puntos, mientras de Araya y Hernández le dieron 7 de puntuación.

Sofía Castro, la adolescente de Santa Ana, nos llevó a viajar a través de emociones profundas al cantar My heart will go on. Usando un micro en pedestal, la joven le dio vida a uno de los himnos más emotivos de todos los tiempos.
El tenor destacó que cuando la canción subió, Sofía logró aplicar las correcciones y proyectar "una voz más relajada con mandíbula relajada". Le pidió cuidar la respiración, el control del aire, aunque dice que es normal, ya que puede ser un reflejo de los nervios.
Con esta puesta en escena la niña obtuvo 30 puntos: Hernández le dio 6, mientras que los otros tres jueces 8 de puntuación.

Jessica López, incansable soñadora que audicionó cinco veces para llegar a esta oportunidad, dejó su alma en cada palabra de Hacer el amor con otro. Con el apoyo de un micro en pedestal y su voz poderosa, la vecina de San Sebastián demostró que la perseverancia puede tejer verdaderas estrellas.
La cantante costarricense Debi Nova le recomendó cantar esta canción "un tono más arriba". La chilena concordó con Nova y le pidió "meterle a los cierres un toque roquero", consejo que López practicó en vivo con la asesoría de Myriam.
Con este tema de la mexicana Alejandra Guzmán, pero muy al estilo de López, obtuvo 29 puntos. Yglesias le dio 8 puntos, mientras los otros tres representantes del panel de jueces le dieron 7 puntos cada uno.

Santiago Abarca, el menor de la competencia, sufrió un quebranto de salud esta semana, pero no fue impedimento para dar lo mejor de sí en esta tercera gala. Con apenas 10 años y una pasión desbordante por el reguetón y las rancheras, llenó de alegría el recinto con su interpretación de Yerberito. Con bombillos iluminando su andar y cuadros vacíos que enmarcaban su futuro aún por escribir, Santi, como es llamado de cariño, provocó sonrisas en cada rincón.
Yglesias le dio a su actitud y desenvolvimiento escénico con un 100, "naciste para estar en un escenario". Don Marvin Araya confesó que vio a su nieto mayor, Lucas, en el escenario y realizó las correcciones del menor en competencia "como si fueras mi nieto".
"Santiago hay canciones que implican cierto tipo de madurez, escuela callejera. Esa entrada, yo he escuchado a artistas profesionales hacerla desafinada. Y mantuviste buena actitud, eso es lo que tienes que llevarte hoy. Nunca negociés la pasión. Yo veía a mi nieto cantar y te digo: -Eso amor, desafinadito, pero con toda la actitud.
"No pierda eso, prométame que no va a dejar eso cuando tenga 15 o 20 años de cantar, porque es magia", finalizó.
Para los jueces, esta presentación fue de 27 puntos. Los expertos le dieron 7 puntos, a excepción de Araya, quien le dio 6 de puntaje.

El intérprete versátil Alejandro Galarza, conmovió con Pero me acuerdo de ti. Su micrófono de mano fue su única compañía, pero su voz fue abrazo, lágrima y esperanza en una noche donde las emociones flotaron en el aire.
"Es una canción preciosa. Tienes una voz maravillosa, te lo he dicho. Solo te diría que tenés que cuidar el falcete. Tal vez el experto Joaquín te pueda dar un 'tip'", dijo la chilena.
"Yo siento que lo que dice Myriam es cierto, en el canto es muy abstacto. En el canto es mucho de sentir, persibir. Te diría que sientas esa vibración en el paladar duro. Eso te va a liberar el sobre esfuerzo de la garanta", finalizó Yglesias
Nova agregó que cante los coros, pero que no le pida a las coristas tanto apoyo en estos espacios del tema "porque queremos escucharte a vos". La presentación de Galarza fue calificada con 29 puntos. Tres de los cuatro expertos le dieron 7 puntos. Solo Nova le dio 8 de puntaje.

Franciny Castillo, quien canta en serenatas y en el coro de su iglesia, interpretó Mi mayor venganza sosteniendo el micrófono. Castillo también enfrentó problemas de salud esta semana.
"Diay me dejó otra vez callado. Sin vos tenés el talento, demostralo. Este tipo de canción es el tipo de tema que no cualquiera puede cantar, menos en un concurso. De verdad te felicito. Estoy muy orgulloso", acotó el maestro Araya, quien le pidió la en la gala dos mejorar varios detalles.
La presentación de la cartaginesa fue calificada con 31 puntos: los jueces ticos le dieron 8, mientras la chilena le dio un punto menos que los expertos costarricenses.

Verónica Quirós trajo una deliciosa dosis de elegancia y dulzura con L.O.V.E. Junto a un piano negro y dos bailarinas que la acompañaron, su participación en el programa fue un salto luminoso hacia su anhelado destino musical.
"Me encanta escuchar jazz en el programa, por que lo hiciste muy tuyo. Se sintió super super bien", mencionó Debi.
"Guapísima Verónica, me encantó la puesta en escena, todo. Me gusta más esuchcarlos cantar en español porque es más difícil. Pero me encantó", ratificó la chilena.
Esta presentación fue calificada con 31 puntos. Al igual que la artista anterior, Castillo, los jueces ticos le dieron 8 puntos y la jueza Myriam Hernández la calificó con un 7.

Juan David Montero, el representante sancarleño en la categoría "Niños", cantó sus sentimientos más profundos con el tema Confieso. Entre sillones blancos que decoraban el escenario, su voz joven pero llena de alma pintó promesas de un futuro brillante.
El maestro Araya le dijo que tiene mucho talento, pero debe sentirse cómodo en escena, por lo que le dio un 7 de puntaje, al igual que Myriam Hernández.
"Lo vocal, lo musical, muy bien. Tu voz es inigualable. Tu voz sí transmite y llega, pero debes reflejarlo en tu corporalidad. Estamos en una tercera gala y eso se trata. Ya estas entendiendo las canciones y eso se siente. No te lo dejés solo a voz, queremos que nos contés ese sufrimiento", subrayó Yglesias.
El tenor y Debi Nova le otorgaron 8 de 10 puntos, para un total de 30 puntos.

Yeris Lobo, creador de contenido en TikTok y soñador incansable de La Rita de Guápiles, se aferró a su micro en pedestal para llevarnos a navegar por La nave del olvido. Su interpretación fue viento y fue mar, llevando consigo las ilusiones de un joven que canta para no olvidar de dónde viene.
"No te puedo dar 10 porque estamos en la tercera gala, pero para mí fue una calificación perfecta", confesó Nova, por lo que le dio 8 de puntaje, al igual que el tenor.
Hernández coincidió con la intérprete tica y le dio algunos consejos para las entradas. Ella y el director de la Filarmónica le dieron un 7 de puntuación, para un total de 30 puntos.

Finalmente, Rosmery Navarro, quien fue diagnosticada el pasado martes con adenovirus y no se sabía si podría cantar, cerró la noche con su interpretación de Destino. Con un altar de flores que simbolizaba su fe y esperanza, la joven de 19 años dejó de lado su enfermedad y nos recordó que soñar es un acto de amor hacia uno mismo.
"No me gustó... me encantó. Se me puso piel de gallina. Yo mejoraría tu posición, más vertical", dijo el tenor.
"A mí también me encantó. El vibrato pensé que me iba a molestar, pero me encantó", agregó Araya.
Los jueces le dieron un 8 como puntaje, mientras la juezas un 7, para un total de 30 puntos.

En esta gala, además de notar avances individuales, se reflejaron cambios importantes en la elección de géneros: mientras en la segunda semana predominó la balada y el pop romántico, en esta ocasión los participantes se atrevieron a explorar estilos como el regional mexicano, el pop rock y la cumbia, aportando mayor dinamismo y variedad al espectáculo.
La próxima semana también hay eliminación. Los dos artistas que menos apoyo del público reciban irán a la "zona de riesgo", donde el jurado elige quién se va.
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