Las historias nunca contadas en los diez años de 'Más que noticias'

Durante la última década, el programa Más que noticias (MQN) ha contado historias desde todos los rincones de Costa Rica; pero hay anécdotas que pocos conocen y que tienen como protagonistas a los cuatro reporteros del espacio televisivo de Canal 7.

En medio de las aventuras que emprenden, esas que usted disfruta diariamente a las 6:30 p. m., José Miguel Cruz, Johnny López, Juan Carlos Zumbado y José Ernesto Herrera han pasado varios sustos y momentos incómodos, así como episodios vacilones y hasta dolorosos, que nunca han salido a la luz.

Con motivo del aniversario número 10 de MQN, Teletica.com conversó con los cuatro periodistas, quienes compartieron algunas de esas experiencias que jamás olvidarán.

Johnny López, el "robacorazones"

Uno de los fundadores del espacio, que salió al aire por primera vez el 2 de setiembre de 2013, se ha robado más de un corazón. Eso lo pudo comprobar él mismo, hace unas tres semanas, cuando se encontraba en una cafetería de San Pablo de Heredia.

"Se me acerca una señora que me dijo: 'Johnny, ¿lo puedo saludar?'. Y yo: 'Pues claro, ¿cómo no?, ¿cómo le va?'. Respondió: 'Usted no sabe, yo siempre lo veo, pero le digo a todo el mundo, cuando va a empezar MQN, que pongan ya el programa porque va a salir el novio mío'.

"Ella dice que yo soy el novio de ella, que yo no lo sé, pero que yo soy el novio, que le gusta mucho el programa y que estaba deseando encontrarse conmigo para decírmelo y saludarme", relató el comunicador.

Otra admiradora lo abordó mientras estaba grabando, pero nunca imaginó lo que vendría después.

"Una señora me agarró las piernas (risas). Me dijo: 'Venga para tocarle esas piernas, a ver si son así de duras como se ven; pero no crea que es con una intención de otro tipo' (más risas).", añadió.​

Según López, estas historias reflejan el cariño del público hacia el programa y sus conductores, algo que todos agradecen infinitamente.

José Miguel "JM" Cruz, el periodista sin agenda

Tantos años de andar en la calle buscando historias, sin duda, dejan una experiencia incalculable. Así lo demuestra otro de los periodistas que ha estado desde el día uno en el espacio vespertino.

"Una de las cosas que las personas no saben es que yo, generalmente, no agendo ninguna entrevista los días que me toca grabar. Confío mucho en Dios y en la vida y, precisamente, le pido a Él que me mande a las personas que necesito entrevistar. 

"Entonces, cuando voy a grabar, voy con todos los receptores abiertos y la vida me manda los personajes que tengo que entrevistar. ¡Y tengo una facilidad para identificarlos! Cuando voy en el carro con mi compañero, le digo: 'Pará, pará, ese es un personaje'. Me detengo y, créeme, son historias muy interesantes, que me llegan al corazón y le llegan también a las personas", indicó el también empresario.

José Ernesto Herrera, el más precavido del grupo

Los años, y los hijos, cambian la perspectiva de la vida: José Ernesto Herrera lo sabe muy bien. Ahora es cauteloso en sus grabaciones, ya que antes la adrenalina le ganaba.

La anécdota que compartió el reportero ocurrió hace dos años y medio, durante la gira en la que recorrieron todos los cantones del país. Tras llevarse un susto en un tour de rafting, él se prometió ser más cuidadoso... ¡Aunque tuviera que recurrir a un doble!

"Eso me hizo llevar los reportajes de adrenalina y turismo, que me encantan, de manera más relajada y sin exponerme. Cuando nació Gabriel, mi instinto de 'papá gallina' se desató. Por cuidarme aún más y no hacer tonteras, grabando un cable de canopy de más de un kilómetro de largo, en Sardinal de Guanacaste, preferí darle mi camisa del canal a un guía para que me hiciera de 'doble', pues me dio miedo que me pasara algo y no poder estar para mi hijo recién nacido", confesó Herrera.

Juan Carlos Zumbado y sus heridas de "guerra"

Todo esfuerzo implica sacrificios y, a veces, deja huellas físicas. Aunque no es algo grave, el camino hacia la cima del Chirripó le provocó una lesión a "Juank", una que tardará meses en superar.

Aun así, este periodista no cambia por nada el trabajo que realiza desde marzo de 2015, hace ocho años, cuando se incorporó al equipo de MQN.

"Cuando veníamos bajando (del Chirripó), yo pegué una uña. Después de seis u ocho horas de descender, la uña me quedó negra, negra, casi que se me levantó, no se ha caído, pero está llena de sangre por debajo, tardará seis meses para que se salga. Yo venía con un dolor porque sentía eso, pero no me quería ni quitar los zapatos mientras venía bajando, para no ver cómo estaba la situación", relató Zumbado.

Además, detalla que en el día a día ha sufrido indigestiones, picaduras de todo tipo de insectos y hasta ha tenido que seguir laborando con "huecos" en la ropa.

"Grabando reportajes en fincas, he despedazado pantalones porque, pasando por alambres de púas, se corta uno todo y sigue grabando con un hueco en el pantalón. Es muy común, me ha pasado muchas veces", concluyó.