"Chespirito" y Costa Rica: 10 años de un adiós, pero nunca de un olvido
El genio detrás de El Chavo y El Chapulín Colorado encontró en Costa Rica un público fiel y entusiasta, que lo recibió con los brazos abiertos en tres ocasiones memorables.
El 28 de noviembre de 2014, el mundo despidió a Roberto Gómez Bolaños, más conocido como "Chespirito", un ícono del humor latinoamericano cuya influencia trascendió generaciones y fronteras.
En el marco del décimo aniversario de su fallecimiento, recordamos no solo su impacto cultural, sino también sus tres visitas a Costa Rica, un país donde su arte dejó una huella imborrable.
La primera vez que "Chespirito" pisó suelo costarricense fue en los años 70, un momento en el cual su popularidad estaba en auge gracias a personajes entrañables como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado.
En los años 80, el actor y productor mexicano regresó a Costa Rica para disfrutar de unas vacaciones. Aunque fue una visita menos mediática, fue igualmente significativa, ya que reafirmó la conexión especial de él con el público costarricense.
La última visita de Gómez Bolaños a Costa Rica ocurrió en abril de 2008, cuando presentó su obra teatral 11 y 12 en el Teatro Melico Salazar. Este espectáculo, que ya era un éxito desde 1992, se mantuvo fiel a su esencia, demostrando la vigencia de su humor y la genialidad de su escritura.
En una entrevista con La Nación, "Chespirito" expresó su gratitud y afecto hacia los costarricenses.
“Estoy feliz de la vida, a pesar de los muchos años que tengo, poder subirme a un escenario. He tenido aquí en el teatro a un buen número de ticos que quiero mucho y agradezco sus visitas”, indicó el mexicano en aquella ocasión.
El actor llegó al país el 21 de abril de 2008, acompañado por su esposa Florinda Meza, conocida por su interpretación de Doña Florinda. Durante su estancia de una semana, se presentaron cuatro funciones en el Melico Salazar, que reunieron a cientos de admiradores emocionados de verlo en vivo.
Diez años después de su partida, el recuerdo de Roberto Gómez Bolaños sigue vivo. Sus personajes, cargados de humor y humanidad, continúan siendo parte del imaginario colectivo, y sus visitas a Costa Rica son un testimonio de cómo el arte trasciende barreras culturales y geográficas.
"Chespirito" no solo fue un genio creativo, sino también un puente de emociones que unió a millones de personas en un lenguaje universal: el de la risa y el amor.