La disputa por la operación del canal de Panamá y el nuevo orden geoeconómico global
Es importante entender que los acontecimientos que se desarrollan en Panamá tienen implicaciones más amplias para el comercio mundial, la estabilidad geopolítica y el equilibrio de poder en la región.
Dr. Alexander López / Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica.
El canal de Panamá desempeña un papel vital en la facilitación de las rutas de transporte marítimo, con aproximadamente 14.000 barcos que lo atraviesan, ello representa el 6% del transporte marítimo mundial. Es importante entender que los acontecimientos que se desarrollan en Panamá tienen implicaciones más amplias para el comercio mundial, la estabilidad geopolítica y el equilibrio de poder en la región. Por lo tanto, una perspectiva global es esencial para comprender todo el alcance del tema de la gestión del canal de Panamá.
La posición de la administración Trump
En su discurso de investidura del 20 de noviembre de 2025, Trump se quejó de que Estados Unidos "ha sido muy maltratado por este tonto regalo que nunca debió hacerse, y la promesa que Panamá nos hizo ha sido rota." Como prueba de su afirmación, citó que a los buques comerciales y de la armada estadounidense se les cobra "severamente de más" y que "China está operando el canal de Panamá".
La doctrina (si se puede llamar así) America first de Trump dentro de la cual se encuentra el tema del canal de Panamá, supondrá una vuelta a una versión anterior de la llamada Doctrina Monroe y su Corolario Roosevelt -llamados así, respectivamente, por el quinto y el vigésimo sexto presidentes estadounidenses-, que establecían las Américas como una esfera de influencia para Estados Unidos y justificaban la intervención estadounidense para impedir que otras potencias se afianzaran en el hemisferio occidental.
La invocación de la Doctrina Monroe, sin embargo, es una interpretación compleja y potencialmente controvertida de las acciones estadounidenses. El bagaje histórico asociado a esta doctrina suscita preocupación por las posibles interpretaciones neocoloniales y las posibles consecuencias negativas para la estabilidad regional. Se equivoca la administración Trump, pues intimidar a sus vecinos puede conducir a algunos éxitos a corto plazo, pero no traerá la Edad de Oro que Trump imaginó en su discurso de investidura.
En relación con los alegatos del presidente Trump, no hay duda de que las tarifas para los buques que utilizan el canal de Panamá han aumentado a lo largo de los años y volvieron a subir el 1 de enero de 2025. La razón de ello es principalmente un fuerte calado en 2023 que ha reducido el agua disponible para permitir el tránsito de los buques por el canal (un problema conocido desde hace más de una década). Como resultado, la Autoridad del Canal de Panamá exige la reserva previa de franjas horarias de tránsito, por las que cobra una tarifa. Las franjas horarias también se ofrecen mediante un proceso de subasta, en el que la congestión hace que las ofertas se disparen. Una empresa pagó la cifra récord de 4 millones de dólares para ponerse al frente de la cola en noviembre de 2023.
Las tasas de reserva y de tránsito se aplican a todos los buques, independientemente de su origen, destino o propiedad, pero dado que Estados Unidos representa casi tres cuartas partes de todo el tráfico que atraviesa el canal, el coste del aumento de las tasas repercute especialmente en las empresas estadounidenses.
La denominada influencia China
La influencia china en el canal de Panamá no es simplemente una cuestión económica; es una compleja interacción de intereses económicos, estrategias geopolíticas y geoeconómicas. China por medio de la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda ha venido aproximándose a Panamá y hoy día tiene una importante participación en la operación de algunos puertos. Dos de los cinco puertos de entrada del canal por el Atlántico y el Pacífico están gestionados por una filial de Hutchison Whampoa, un conglomerado con sede en Hong Kong que tiene participaciones en 52 puertos de 26 países. Esto ha suscitado la preocupación de que China tenga ahora la "capacidad de convertir el canal en un punto de estrangulamiento en un momento de conflicto", como señaló el secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, durante su audiencia de confirmación.
La respuesta de Panamá
Panamá ha sido firme en su declaración de soberanía total sobre el canal de Panamá derivado de la firma de los Tratados Torrijos-Carter, y ha respaldado su posición con el hecho de que ha gestionado el canal de una manera exitosa y no discriminatoria, bajo la gestión de la Autoridad del Canal de Panamá. En ese sentido, ha iniciado una auditoría de la Panamá Ports Company, filial de un conglomerado con sede en Hong Kong. Esta acción decisiva, aunque aparentemente destinada a garantizar la transparencia y la eficacia de la gestión, es también una respuesta directa a la creciente preocupación expresada por Estados Unidos en relación con la creciente influencia china en la región.
Esta meticulosa auditoría, por tanto, no es un mero ejercicio administrativo rutinario, sino una maniobra estratégica para navegar por el intrincado panorama geopolítico. El compromiso de Panamá con la transparencia pretende contrarrestar las acusaciones de influencia china y reafirmar a sus socios internacionales su inquebrantable compromiso con unas prácticas justas y equitativas.
En conclusión, lo que está sucediendo con el canal de Panamá, claramente refleja por un lado los nuevos equilibrios geopolíticos y geoeconómicos globales y por otro lado la intrincada relación entre el comercio global, los elementos geopolíticos, y los factores ambientales, como la escases hídrica.
Las opiniones expresadas por nuestros colaboradores corresponden únicamente a sus opiniones y no reflejan las de Teletica.com, su empresa matriz o afiliadas.