19 de junio de 2023, 20:15 PM

Dr. Alexander López/ Académico de la Universidad Nacional. 

La inteligencia artificial (IA) y todos los procesos y productos vinculados a la Cuarta Revolución Industrial, está emergiendo como un factor importante en el poder global. Su capacidad para procesar grandes cantidades de datos y realizar análisis complejos a una velocidad y precisión sin precedentes la convierte en una herramienta poderosa influenciando la estructura del poder global y esto desde luego lo tienen claro tanto los Estados Unidos como China, y a partir de esto se debe entender la competencia global existente entre estos dos poderes.

La inteligencia artificial y en general todos los aspectos relacionados con la Cuarta Revolución Industrial, tienen el potencial de transformar los sectores económicos al automatizar tareas, aumentar la eficiencia y mejorar la toma de decisiones, esto desde luego puede traducirse en un mayor poder económico y capacidad para influir en la economía global. La adopción de la inteligencia artificial lamentablemente no es uniforme en todo el mundo, existe una brecha tecnológica significativa y esto puede dar lugar a una mayor desigualdad global y ampliar la brecha entre los países desarrollados y en desarrollo.

Es importante analizar las implicaciones en materia de seguridad y defensa, pues se relacionan directamente los sistemas de vigilancia avanzados, análisis de datos en tiempo real y ciberseguridad. 

Los países que posean capacidades superiores en IA pueden fortalecer su seguridad nacional y tener una ventaja en el campo militar, con lo cual claramente hay de nuevo una vinculación directa con el ejercicio de la hegemonía global y de ahí que Estados Unidos trate de defender su liderazgo y China trate de amenazarlo, esto es lo que seguiremos viendo en los próximos años.

En este contexto, el plan Hecho en China 2025 (la primera fase de un proyecto de tres décadas) revela que China pretende ser el líder global de la innovación y el desarrollo tecnológico para el año 2045, es decir, una ruta de la seda digital que le permita ser el centro de gravedad de la economía digital del mundo.  

Existe una gran incertidumbre acerca de si el ascenso pacífico de China, realmente, va a ser pacífico, algo que tiene preocupado a Estados Unidos, celoso de cada uno de los movimientos del gigante asiático. Hasta ahora, el liderazgo estadounidense respecto a las tecnologías de la Tercera Revolución Industrial le garantizó el dominio tecnológico; de ahí que, el conglomerado GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) controla una gran porción del mercado digital global. 

Sin embargo, no está tan claro si será así en los próximos años en el contexto de las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial, en donde parece claro que quien domine la inteligencia artificial, tendrá una posición de hegemonía en el sistema internacional.

Será muy importante darle seguimiento a la estrategia Hecho en China 2025, pues permite comprender en parte las pautas que han guiado al dragón asiático en el mundo digital, durante los últimos años. 

Esta táctica es parte de una serie de planes y políticas que buscan convertir a China en una potencia tecnológica, y, plantea, que la década entre el 2015 y el 2025, está dedicada a reducir las diferencias tecnológicas con otros países, para posteriormente consolidar su posición entre los años 2025 y 2035 y, finalmente, convertirse en el líder global en innovación que aspira ser entre los años 2035 y 2045.

Este proyecto es, básicamente, una ruta de la seda digital que, similar a la Iniciativa de la Franja y de la ruta, busca que todos los caminos lleven a China, pero, en el mundo digital.

De acuerdo con Aznar (2019), esto le permitiría a China convertirse en el proveedor global de los avances tecnológicos de la economía digital, y, así, lograr el control, no solo sobre las cadenas globales de valor alrededor de las tecnologías necesarias para el desarrollo de la economía digital (hardware), sino también, del soporte que ellas necesitan (software), alrededor del mundo y, algo que ya se hace con éxito, dentro de sus fronteras.

El acelerado paso de la innovación en el gigante asiático, es, en definitiva, un desafío para la hegemonía norteamericana. Gradualmente, lo que se suele catalogar desde la narrativa occidental como el mundo de copiado por China, podría pasar, al mundo de copiado de China. Esto es algo que ya se está reflejando en el caso de la tecnología 5G, en donde Huawei y ZTE ya tienen un liderazgo importante.

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