El líder ucraniano acusó a Rusia de "vengarse de la ciudad libre de Jersón", que acaba de celebrar el primer aniversario del fin de su ocupación, bombardeándola "sin ninguna razón militar".
"Era un hombre con un destino complicado, que cometió graves errores en su vida, pero que obtenía los resultados que se proponía", afirmó Putin
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reiteró que "una vez más, Rusia demuestra que es un Estado terrorista".
"Es nuestra tierra, nuestro pueblo, nuestra historia", expresó el presidente ucraniano. "Devolveremos la bandera ucraniana a todos los rincones de Ucrania", prometió.
Un año después de la invasión rusa de Ucrania, ninguna de las partes está dispuesta a entablar negociaciones de paz.
El Kremlin intentaría así proteger al presidente ruso del escrutinio internacional, tras los serios reveses militares sufridos recientemente en Ucrania.
Berlín seguirá "entregando armas que se necesitan con urgencia para defender la independencia de Ucrania", indicó el canciller Olaf Scholz.
El gobernador de la región de Lugansk sostuvo que Rusia "destruye todo con su táctica habitual de tierra quemada". Esto con la intención de que "no quede nada más por defender".
En una evaluación condenatoria de los esfuerzos rusos, el secretario general de la OTAN dice que Ucrania podría ganar la guerra.
El 24 de febrero, tras lanzar su invasión de Ucrania, el Kremlin mencionó que puso en alerta a sus fuerzas nucleares.
El ministro de Exteriores ucraniano acusó a Lavrov de "cómplice" y encubridor de los "crímenes de guerra" cometidos por las tropas rusas, pero se mostró dispuesto a reunirse con él "si eso ayuda a parar la guerra".
El presidente ucraniano viajó a la localidad en la que aparecieron centenares de civiles muertos tras la retirada rusa y no dudó en hablar de "genocidio".
