Taxista informal dice que recogió a Casasola en cañal el mismo día que desapareció Keibril
Según el relato del testigo, el ahora imputado venía “sucio y mojado” porque intentaba sacar su carro de una cuneta en la que estaba atrapado.
Durante la audiencia de esta mañana en los Tribunales de Justicia de Cartago, por el juicio que se desarrolla contra un hombre de apellido Casasola, acusado de sustraer a Keibril García, tres testigos dieron su declaración.
El primero fue un vecino de la zona que aseguró ver el carro del imputado parqueado en la entrada de Las Mezas de Paraíso de Cartago.
“En la pura entrada de Las Mezas había un carro en posición de salida, tenía unas imágenes en la tapa. Yo me posicioné detrás del carro. Sentía que estaba haciendo el alto. Le toqué el pito y no reaccionó, por lo que pasé al lado izquierdo de él.
"Lo volví a ver y él (haciendo referencia a Casasola) me miró de reojo. Nunca voy a olvidar la cara de él. Estaba en el asiento del conductor y tenía la música a todo volumen”, indicó.
La zona de Las Mezas fue uno de los lugares donde las autoridades buscaron a la bebé por más tiempo. Es un sector agrícola con gran cantidad de zona verde.
Leonardo Víquez, oficial de la Fuerza Pública, fue la segunda persona en dar su testimonio ante el tribunal. Él y tres compañeros más atendieron la escena en las primeras horas del suceso.
“Nos movimos de Santiago a Cervantes, por la casa del papá de Casasola. Cuando llegamos, una compañera nos dijo que había llegado un taxi pirata y que ahí llegó Hugo. Nosotros le preguntamos al papá por Hugo y nos dijo que se estaba bañando y lavando la ropa. Que ya salía”, dijo el oficial.
El policía aseguró que aunque le pidieron moverse a la casa del papá del sospechoso, no les explicaron los motivos. La única orden que recibió fue “avisar si había algo sospechoso”.
El tercer testigo fue Jose María Orozco Granados, taxista informal de la zona que llevó a Casasola hasta la casa de su papá.
"Iba bajando hasta donde llaman Naranjo. Ahí hay una piedra grande. Ahí doy la vuelta a la derecha y me salió Hugo, que estaba sentado en una piedra. Hugo me dijo: 'Pare, pare, pare' y yo paré. Él me dijo: 'Me echó Dios el ángel la guardia'.
"Le pregunté qué pasaba y me dijo: 'No ve que fui a hacer un lance ahí arriba y se me fue el carro en esa zanja'", dijo el testigo.
Según Orozco, en un inicio se negó a llevarlo, incluso le ofreció dinero para que se fuera en bus.
"'Nombre, no ve cómo estoy, todo sucio y muy mojado', me dijo. Entonces yo le dije, diay jale, ultimadamente. Él se quitó el pantalón para irse en bóxer", manifestó.
El testigo asegura que, cuando le comentó que se habían robado a una bebé, Casasola le respondió con una única frase: “Ay juepucha, seguro fue un paisita”.
“Cuando llegamos, había dos policías en la pura orilla de la plaza, entonces Hugo me dijo que lo dejara al lado atrás de la casa, porque como venía en bóxer no quería que lo vieran así”, agregó.