Tecnología colabora en identificar cambios en los lunares del paciente
Cuidar la piel de los niños debe ser prioridad para evitar el cáncer. La tecnología también puede ser un aliado del médico y del paciente.
La actividad en exteriores tiene incontables beneficios, pero también riesgos. Si el niño o la niña tienen exposición al sol debe aplicarse la protección en vestimenta que pueda repeler los rayos ultravioleta y con el bloqueador adecuado para la piel del menor.
A la hora del recreo muchos niños salen a jugar y practicar deporte, justo en las horas de mayor riesgo.
Como padres siempre debemos estar muy atentos a la aparición de manchas y lunares, tanto en nuestros hijos como en nosotros mismos. Hoy la tecnología se convierte en un aliado del paciente y del dermatólogo en el monitoreo de situaciones de riesgo.
Equipos como el fotofinder permite hacer un mapeo de la piel de la persona y posteriormente hacer comparaciones para determinar los cambios y evolución de los lunares. Al mismo tiempo facilita el análisis más profundo de lunares.