Presidente Solís y Ricardo Alem intercambiaron palabras sobre hacinamiento en La Reforma
La visita a La Reforma le permitió a Solís palpar la situación de jóvenes que fueron trasladados al nuevo módulo de adulto joven.
En los pasillos de La Reforma, una cara conocida caminaba en busca del presidente, Luis Guillermo Solís. Era Ricardo Alem.
Sentenciado por lavado de dinero y tráfico internacional de drogas, aprovechó que el mandatario inauguraba el módulo de adulto joven para hablar sobre el hacinamiento en prisión.
Y lo consiguió, como representante de las personas recluidas en el ámbito de mediana cerrada. Alem ya cumplió la mitad de su condena.
Pero la visita a La Reforma le permitió a Solís palpar la situación de jóvenes entre 18 y 21 años que fueron trasladados al nuevo módulo.
Y el momento sirvió para que estos reclusos le pidieran “un refrigerio”, o le reclamaran la necesidad de “mejor comida”.
Justicia invirtió 1.470 millones de colones en las nuevas instalaciones. Tienen capacidad para 80 jóevenes, pero actualmente hay 60 recluidos.