Diputados aprueban que universidades públicas definan cuál será su salario global
La moción aprobada también le permite esto a los supremos poderes, municipalidades y demás entes autónomos.
Los diputados de la Comisión de Gobierno y Administración aprobaron esta mañana una moción que permitirá que las universidades públicas, municipalidades, supremos poderes y entes autónomos definan cuál será su salario global dentro de la reforma de empleo público.
La moción, presentada por varios diputados y aprobada por unanimidad, destaca que todas esas entidades construirán de la mano con Mideplan, la autoridad presupuestaria y la Dirección General de Servicio Civil sus respectivas columnas salariales.
Esto significa que si bien todas estás quedarán sujetas a la aplicación de la reforma, ellos mismos decidirán cuál será el tope del salario único que recibirán sus empleados.
La propuesta va de la mano con la aprobada esta semana que también le dará a las universidades públicas la capacidad de autorregularse en materia administrativa.
Hoy, además, se les permitió a los centros de enseñanza superior públicos que las evaluaciones de desempeño se realicen en respeto de su autonomía universitaria.
“Vean lo que estamos a punto de aprobar, una probable antinomia que durará años en resolverse y mientras tanto todos los costarricenses seguiremos pagando.
“No hagamos un sistema dentro de un sistema, podemos aprobar dudas razonables, pero no podemos dejar que ellos negocien el salario global y luego nada más nos indiquen cuál será ese salario”, dijo con evidente molestia el socialcristiano Pablo Heriberto Abarca, quien sin embargo votó a favor de la moción.
Víctor Morales Mora, presidente de la comisión y diputado del PAC, celebró que al menos ya había un consenso en la comisión de que las universidades no están excluidas de la ley, y que todo lo que salga del seno de ese órgano podrá luego ser perfeccionado en el Plenario.
Este cambio significativo llega en momentos en que los sectores productivos presionan porque no hayan exclusiones de la reforma de ley, que sigue llenándose de peros en su futura aplicación.