Por Juan José Herrera |30 de septiembre de 2023, 12:50 PM

Antes de llegar al Partido Progreso Social Democrático (PPSD), el presidente Rodrigo Chaves y su “grupo de pensamiento” coquetearon con diferentes posibilidades.

La idea original era conformar una coalición de partidos nacionales y provinciales que permitiera posicionar un nombre de consenso de cara a las elecciones de 2022, aunque no necesariamente el del ahora mandatario.

En esa línea, Chaves trabajó con el calderonista Republicano Social Cristiano con la intención de que ese fuera el vehículo político que movilizara su ambición electoral; sin embargo, esa opción fracasó en medio de incumplimientos que el exdiputado y presidente del partido, Otto Roberto Vargas, le endosó al propio Chaves, aduciendo que nunca valoró el esfuerzo que la agrupación realizó para posicionar sus aspiraciones.

Eso sucedió a finales de mayo de 2021, y para inicios de julio de ese mismo año, Chaves ya anunciaba su candidatura con el PPSD, una agrupación debutante liderada por Luz Mary Alpízar, aspirante en 2014 a la vicepresidencia de la República con Nueva Generación, partido con el que también intentó dos veces, sin éxito, llegar a Cuesta de Moras.

El momento exacto del acercamiento entre Alpízar y la fórmula de Chaves no está claro, pero sí su separación.

“Vamos a ser clarísimos: mi última visita a Casa Presidencial fue entre setiembre y octubre del año pasado (2022). Salí bien, yo con don Rodrigo (Chaves) no he tenido ninguna discusión extraña.

“Un día de estos alguien me preguntó cómo fue ese rompimiento y le dije que fue una decisión de la otra parte, nunca fue de esta. Yo estaba viendo proyectos con don Rodrigo, salí de ahí tranquila y luego se da un enfriamiento”, aceptó Luz Mary Alpízar esta semana, la más convulsa que ha tenido desde que se alió con el ahora Presidente.

¿Qué pasó?

Desde hace meses los rumores de una severa ruptura entre la fracción oficialista corrían por los pasillos legislativos.

La fractura apuntaba a una división absoluta entre Alpízar y los restantes nueve diputados del PPSD. Esos rumores se materializaron el 9 de agosto de este año, cuando en un acto público Pilar Cisneros, Alexander Barrantes, Paola Nájera, Waldo Agüero, Ada Acuña, Manuel Morales, Daniel Vargas, Jorge Rojas y María Marta Padilla anunciaron su apoyo a Aquí Costa Rica Manda, el partido de Federico Cruz, estratega de Chaves en el camino a Zapote.

El anunció generó un sismo político ante la posibilidad de que los nueve legisladores se declararan independientes y la inquietud de a quién respaldaría el Ejecutivo en ese escenario: lo primero no ha sucedido, pero lo segundo lo respondió el propio Chaves semanas atrás, cuando aseguró que Cisneros era y seguiría siendo el vínculo entre el Gobierno y los diputados, sin importar el escenario.

Ese espaldarazo público a la decisión del bloque tuvo esta semana una serie de nuevos capítulos: el primero el anuncio de que la asamblea nacional del PPSD pedirá la renuncia a los legisladores disidentes, el segundo el voto en contra de Alpízar al veto presidencial para el proyecto de la lista negra de la Unión Europea.

Ese voto de la cabeza del partido en contra de las aspiraciones de Chaves derivó en gritos de “traidora” para Alpízar en el Plenario, acusaciones que posteriormente se replicaron en Zapote con la adición de un “Judas”, como calificó Chaves su acción luego de decir que nunca antes alguien lo había traicionado como hizo la jefa del partido que lo llevó al poder.

“Que Dios la perdone”, le dijo Chaves poco antes de recordarle a la ciudadanía la importancia de saber elegir en los comicios municipales de febrero próximo.

“Esto es cálculo político, modelos tradicionales de política electoral. El control mismo del partido y el proceso municipal abren esto, el ‘divide y vencerás’. Nosotros nunca nos cerramos al ‘rodriguismo’, el ‘rodriguismo’ que siguió la reglamentación interna, hoy está en las papeletas del partido, la mayoría llegaron en campaña.

“Es un tema ético desde luego, porque si yo le permití a alguno de ustedes llegar a mi casa y que se queden tres meses, después no puede ser posible que ustedes me digan que tienen todo el derecho de quedarse con toda la casa porque por buena voluntad quisimos hacer un bien”, respondió Alpízar.

Mientras todo eso sucede, el PPSD dio hasta esta semana para que los nueve diputados renuncien por su cuenta, caso contrario serán expulsados, dejando al oficialismo con una sola diputada: la que más ha traicionado a Chaves en su vida.

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