Por Susana Peña Nassar |11 de noviembre de 2023, 8:00 AM

La selección de nombres que hace el Organismo de Investigación (OIJ) para grandes casos, así como las razones para elegirlos, siempre llama la atención en medio de las diligencias judiciales.

Esta semana, el director de ese cuerpo policial, Rándall Zúñiga, explicó que las pesquisas por el millonario robo de la bóveda del Banco Nacional fueron bautizadas como "Gallo tapado", debido a que el principal sospechoso de sustraer el dinero gastaba hasta tres millones diarios en lotería y otros juegos de azar.

Otro expediente que dio de qué hablar fue "Cochinilla", relacionado con supuestos actos de corrupción en los contratos para construir obras públicas. Recibió su nombre en honor a un insecto "chupador" que se esconde en zonas poco visibles de las plantas, por ejemplo, en la parte inferior de las hojas y cerca de las raíces. Esa plaga hace daño de forma silenciosa: las cochinillas están quietas, camufladas; pero, a la vez, alimentándose de la savia. El problema principal es que le transmiten enfermedades que las debilitan o las matan. 

También resonó el caso "Diamante", en el que varios alcaldes fueron detenidos e investigados. El jerarca del OIJ en ese entonces, Wálter Espinoza, explicó que la designación fue una suerte de metáfora para lo que debería ser el funcionario público: duro, transparente, sin rayaduras y difícil de contaminar. Meses después, Johnny Araya, uno de los aprehendidos, criticó que era una "clara mofa al alcalde de San José".

Estos son solo tres ejemplos del sinnúmero de casos con nombre que se manejan a lo interno de la Policía Judicial, como "Azteca", "Familia", "Altamar", "Distrito" y "Pancho Villa". 

"El nombre del caso es un sobrenombre que se utiliza para denominar el trabajo policial, lo que se busca es que de alguna forma identifique la investigación, pero que no revele contra quién se está llevando", explicó la Dirección General del OIJ tras una consulta de Teletica.com. 

En este punto, surge la duda: ¿quién es el encargado de bautilizar las investigaciones? En realidad, no hay una única persona.

"El nombre, generalmente, lo asigna el investigador del caso, previa revisión con la jefatura", detalló la institución. 

Es decir, es una labor que recae en el responsable de cada expediente; eso sí, con el visto bueno de sus superiores.

Según el OIJ, la única relevancia del nombre de los casos es "poder identificarlos, no más allá de eso".

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