¿Por qué los científicos ticos que estudian en el extranjero no quieren volver a Costa Rica?
"Estas personas están formadas justamente en las áreas donde el país tiene las mayores carencias de recurso humano calificado”, explicó investigadora.
La falta de ofertas laborales estables, salarios competitivos y tener un nivel de vida inferior impiden a Costa Rica recuperar el talento nacional de los científicos, médicos, agrónomos e ingenieros que se van a estudiar en el extranjero, según una investigación de la plataforma Hipatia, del Programa Estado de la Nación.
Esas son algunas de las 12 razones por las que estos profesionales deciden permanecer en el extranjero, en vez de ejercer su labor en Costa Rica.
Al respecto, la coordinadora de investigación de Hipatia, María Santos, explicó que estas personas están formadas justamente en las áreas “donde el país tiene las mayores carencias de recurso humano calificado”, como ingenierías en Informática y Computación o en Mecatrónica.
“Dado su alto perfil académico, constituyen un valioso activo de carácter estratégico que incide nada menos que en las posibilidades del país para explotar el potencial de la ciencia, la tecnología y la innovación como motor para contribuir a un desarrollo sostenible”, indicó Santos a Teletica.com.
Otros motivos son la falta de flexibilidad laboral para atender a la familia, la carencia de políticas eficientes que incentiven la investigación y desarrollo (I+D) en la empresa privada, pocas facilidades para la investigación clínica o el mal reconocimiento de la carga laboral asociada a la investigación.
A nivel científico, las condiciones que Costa Rica ofrece la hacen poco atractiva para que la diáspora científica considere regresar, sin embargo, el país podría tomar algunas acciones para remediar parte la situación, según la coordinadora de Hipatia.
En primer lugar, la investigadora explicó que es importante “crear un entorno sin trabas burocráticas o legales y abierto a la interacción intersectorial y global”, lo que incluye acciones en política pública, infraestructura, equipamiento y estímulos para el desarrollo profesional.
Santos agregó que Costa Rica debe generar una plataforma estable de incentivos para repatriar a estos profesionales, algo a lo que se acercó la Ley de Promoción del Desarrollo Científico y Tecnológico de 1990, donde se incluía una deducción de impuestos para investigadores, pero de la cual muchos de sus artículos fueron derogados.
Según los datos de Hipatia, entre los principales países donde los científicos costarricenses se quedan destacan Estados Unidos, Alemania y España.
Para la coordinadora de la plataforma, hay un número importante de estos expertos en el exterior que “será imposible repatriar”, sin embargo, aun queda la posibilidad de que estos generen vínculos con el país, para que puedan ser de provecho pese a que permanezcan en el exterior.
“Tiene que ver con idear iniciativas para capitalizar el conocimiento y la experiencia de estas personas, de modo que su estadía temporal o permanente en el extranjero no se traduzca en una pérdida definitiva, sino en una oportunidad de convertirse en lo que llamamos aliados para el desarrollo científico y tecnológico local”, agregó la investigadora.
En febrero de este año, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló que en su informe para Costa Rica que el desarrollo de talento altamente calificado “es clave” para que el país “continúe transformando la estructura productiva hacia sectores intensivos en conocimiento y de alto valor agregado”.
Además, el organismo internacional señaló que la falta de talento en regiones fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) limita la posibilidad de esas zonas de atraer inversión extranjera directa.
¿Cuántos?
Se han identificado 765 profesionales capacitados en áreas como Ciencias Exactas y Naturales, Ciencias Médicas, Ciencias Agrícolas, Ingenierías y Tecnologías. Sin embargo, no se dispone de datos precisos sobre la cantidad total de miembros de esta diáspora.
El 41% de los científicos e ingenieros costarricenses que han recibido formación en el extranjero no tienen planes de regresar al país, según la investigación.
El informe de HIPATIA revela que la diáspora se encuentra esparcida en más de 43 países, con Estados Unidos y Alemania como los destinos preferidos, acogiendo al 35% y 12% de los profesionales, respectivamente. Además, cabe resaltar que el 82% de estos expertos cuentan con posgrados en más de 120 especialidades científicas y tecnológicas.
