Obispo sobre agresión a colegiala: “No es posible que nos quedemos como simples espectadores”

“No es posible que nos quedemos como simples espectadores”: así reaccionó monseñor José Manuel Garita Herrera, obispo de Ciudad Quesada, tras la agresión que sufrió una colegiala en La Palmera de San Carlos, Alajuela, y cuyo video se viralizó en redes sociales.

Este jueves, se publicó un comunicado dirigido a la Diócesis de Ciudad Quesada, por medio de su sitio web.

Garita no solo lamentó los hechos y criticó la inacción ante estos, también se refirió a la ola de violencia que enfrenta el país actualmente.

“No es posible que normalicemos la violencia o que nos quedemos como simples espectadores; ni tampoco es aceptable que se viralicen estos videos, muchas veces solo como reproducción de más violencia, otras veces revictimizando a los que la sufren y muchas veces con poca empatía ante hechos que muchas veces nos son cercanos en las comunidades”, expresó.

Además, el prelado exhortó a las autoridades competentes “a evitar que hechos de violencia tan graves queden impunes”.

Por otro lado, el llamado fue a poner a la familia, nuevamente, como una de las prioridades en la sociedad; así como a “concretar una verdadera educación en valores, que se ha dejado de lado por ideologías, y a tomar acciones concretas para denunciar la violencia, el acoso o el bullying que se tornan cada vez más frecuente en los centros educativos”.

Justicia

La familia de una adolescente que fue víctima de agresión y humillación por parte de un menor de 16 años, en el momento en que viajaba en un bus escolar en San Carlos, Alajuela, espera que el sospechoso sea castigado con todo el peso de la ley.

Los hechos denunciados ocurrieron el pasado 27 de junio en la localidad de La Palmera; sin embargo, fue hasta el lunes cuando trascendió el video de la aparente agresión, el cual se hizo viral en redes sociales.

Ante los hechos presentados, este martes a la 1:30 a. m. agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvieron al aparente agresor en su casa de habitación. El Juzgado Penal Juvenil le impuso tres órdenes de orientación y supervisión: no perturbar a la víctima, cambiar de centro educativo y quedar bajo custodia del Patronato Nacional de la Infancia.

Además del proceso en la vía judicial, el Ministerio de Educación Pública anunció la apertura de un procedimiento disciplinario contra el director y la orientadora del Liceo de La Palmera, en San Carlos, Alajuela, por su aparente inacción en el caso.