Masturbación, tamaño del pene y uso de juguetes: los mitos que opacan la sexualidad
Este 4 de setiembre, Día Mundial de la Salud Sexual, una psicóloga enumera y desmiente informaciones erróneas que surgen alrededor del tema.
Una relación sexual involucra muchos factores que la hacen segura, responsable y placentera. Sin embargo, la gran cantidad de mitos que la sociedad ha generado alrededor del tema, hacen que las malas prácticas sean realmente comunes.
Este 4 de setiembre, por el Día Mundial de la Salud Sexual, Teletica.com conversó con Ana Víquez, psicóloga, quien enumeró y desmintió algunas de las informaciones erróneas que circulan con mayor frecuencia.
1. Llegar al orgasmo es responsabilidad de mi pareja.
Sentir placer e, incluso, llegar el orgasmo durante una relación sexual es tarea de ambas personas. No se debe inclinar la balanza para ninguno de los dos extremos.
"No es totalmente mi responsabilidad todo el acto sexual, pero tampoco es responsabilidad completa de mi pareja. Esa otra persona puede colaborar o armar ese momento que propicie el placer, pero no es su responsabilidad conocer a ciencia cierta mi cuerpo y entender qué me gusta y qué no", explicó la experta.
Aclaró que el orgasmo no es, necesariamente, la finalidad de tener relaciones sexuales y que "deberíamos de dejar de meter esa presión".
2. La única "fuente de placer" en los hombres es el pene.
Siempre se ha creído que el placer de los hombres se genera, únicamente, por medio de su genital: el pene. La psicóloga aseguró que, sin duda, esto está muy lejos de la realidad.
Este mito tiene un trasfondo machista de que, al experimentar con otra parte de su cuerpo, se pone en duda su preferencia sexual. Así lo explica Víquez, quien también trabaja como asesora en la tienda Templazón, ubicada en Rohrmoser y dedicada a la venta de artículos sexuales.
"Hay otro montón de zonas que se podrían explorar y esto tiene un trasfondo de esta creencia de que si exploro otras zonas de mi cuerpo, quizás mi orientación sexual va a cambiar. ¿Cómo llegamos del punto A al punto Z? No sabemos, no tiene sentido. El cuerpo es muy grande, la piel es muy sensible y explorarlo todo es fundamental para enseñarle a la otra persona qué es lo que me gusta", indicó.
3. Si me masturbo, voy a perder la sensibilidad con mi pareja.
Alrededor de la masturbación hay decenas de mitos que la pintan como algo malo.
Con frecuencia, se escuchan comentarios de que se pierde la sensibilidad, que luego no se disfruta con la pareja, que se reemplaza a la pareja con juguetes sexuales, entre otros. Víquez aseguró que todos estos no son más que mentiras.
"Es simplemente conocer tu cuerpo, ritmo, placer. Y esto no quiere decir que lo conoces un día y ya lo conoces totalmente, porque tu cuerpo cambia. ¿Que si la gente se masturba cuando tiene pareja? Sí, la gente se masturba cuando tiene pareja y no tiene nada de malo, no es irrespetar a la pareja, es simplemente tu placer, tu responsabilidad y seguirte conociendo", dijo.
4. Entre más grande el pene, mejor.
El mito del tamaño del pene ha trascendido generaciones. Se cree que tiene relación directa con alcanzar o no un orgasmo. Pero... ¡No hay nada de cierto en esa creencia!
La psicóloga explicó que la parte sensible de la vagina es la entrada y unos cuantos centímetros más; luego de eso, se pierde la sensibilidad.
Además, es un error enorme pensar que la penetración es la única forma de sentir placer.
La experta asegura haber escuchado a personas decir: "'Es que no tuve sexo', y lo que no hubo fue penetración, el sexo es una palabra superamplia y conlleva un montón de prácticas. El tamaño del pene no tiene nada ver con el orgasmo".
5. Las mujeres tienen menor deseo sexual que los hombres.
Falso. El deseo sexual depende de factores que van desde experiencias personales hasta el entorno.
"La crianza que se les ha dado a los hombres es más abierta en la parte sexual. Pueden expresar su deseo abiertamente, pero en las mujeres es al revés. De hecho, hay estudios que dicen que las mujeres inician la exploración de su cuerpo mucho más tarde que los hombres", expresó Víquez.
6. La comunicación previa y posterior no es necesaria.
Este es uno de los mitos más peligrosos. La comunicación previa, especialmente, es fundamental para aclarar los temas de anticoncepción y protección, ya sea en parejas formales o casuales.
"A veces, en el momento, esta comunicación se puede ver atropellada por el placer y se toman decisiones no tan pensadas. Además, muchos piensan que la comunicación durante el acto es igual a 'hablar sucio' y no necesariamente, se puede guiar a la otra persona sin forzar a tener un papel que no sale de forma natural", recomendó la especialista.
También es muy importante la comunicación posterior, en la que se habla de qué estuvo bien y qué se podría mejorar.
Eliminar estos mitos es fundamental para tener una salud sexual correcta.