Por Gabriel Pacheco |18 de agosto de 2024, 8:00 AM

Aunque para cientos de pacientes la única esperanza por sobrevivir está en un nuevo órgano, las listas de espera superan por mucho a la cantidad de órganos disponibles para el reemplazo. 

Según el doctor José André Madrigal, coordinador del programa institucional de donación y trasplante de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), el incremento de enfermedades crónico-degenerativas en el país provoca una tensión en el sistema de salud y la posibilidad de disminuir la cantidad de personas que esperan por un riñón, una córnea, un hígado, entre otros órganos. 

"La lista de espera creemos que va a seguir creciendo a un ritmo de 100 personas al año, es lo que hemos observado en los últimos años.

"Desafortunadamente, el número de personas en espera para un trasplante sigue siendo mayor que el número de órganos y tejidos disponibles para trasplantes, esto es una realidad mundial, no solo de Costa Rica", asegura Madrigal.

Para el especialista, el aumento en los casos de diabetes, hipertensión, obesidad, entre otros padecimientos que se traducen en lesiones en los órganos y cuando la lesión es irreversible, entonces es cuando se necesita un trasplante. 

Al 31 de julio de este año, 1549 personas estaban a la espera de un órgano o tejido. Las espera en córneas es la que registra más pacientes, porque la cifra alcanza los 1039 pacientes.

Este dato contrastas con la cantidad de pacientes trasplantados durante todo el 2023 de este órgano, cifra que apenas llegó a las 148 personas.

Cantidad de donantes está a la baja

Sandra Chanto preside la Fundación de Nefrología Costa Rica, organización que guía y orienta a pacientes con daño renal crónico, pero que también se ha dedicado a fomentar la cultura de donación en general. Ella atestigua una baja en la cantidad de donantes.

"Cuando a mí me trasplantaron de riñón en 2012, eran 150 personas trasplantadas el año pasado, solo se trasplantaron 32", asegura Chanto. 

Según la Memoria de Trasplantes 2023 del Ministerio de Salud, aunque en total se realizaron 68 trasplantes de riñón, 32 tuvieron por origen un donante cadavérico. En suma, fueron 19 personas las que, al fallecer, donaron su riñón.

"Se quiere implantar la cultura de donación, nosotros estamos trabajando con la Caja Costarricense del Seguro Social para que no solo en el día internacional de donación de órganos se hagan campañas, sino que sea algo de todos los días" explica Chanto.

En Costa Rica la familia de la persona fallecida es quien tiene la última palabra sobre si el cadáver donará, o no, sus órganos, pese a que en documentos oficiales como la licencia de conducir está explícita la voluntad de la persona sobre este tema.  

Tanto Madrigal como Chanto aseguran que en la sociedad persisten mitos respecto a la donación, entre ellos que el cuerpo de la persona fallecida quede deformado, algo que ambos desmienten.

"Por ejemplo, la gente tiene miedo a cómo va a quedar el cuerpo de su ser querido si le quitan las córneas... eso es una peliculita, una telita casi trasparente. No se va a notar nada" afirma la directora de la fundación de Nefrología. 

"Algunas personas creen que las religiones están en contra de la donación, lo cual no es cierto. La gran mayoría de religiones, particularmente el cristianismo, está completamente a favor y lo consideran como un acto de amor al prójimo" explica el especialista de la Caja. 

¿Qué hará la CCSS para afrontar la creciente demanda de órganos?

El doctor Madrigal explica que es clave entrenar a los doctores en donación de órganos y que la entidad ya tiene avances significativos en esa línea para entrenar a los coordinadores hospitalarios de donación, los encargos de generar los donantes. 

"Hay favorecer el entrenamiento de los equipos quirúrgicos: cardiólogos, nefrólogos, neumólogos, entre otros, que permitan crecer la capacidad de respuesta de la institución.

"Por otro lado, tenemos el apoyo de las autoridades institucionales para darle más recursos a los hospitales y darles prioridad a los procesos de trasplante, aunque es un procedimiento muy complejo" estima el médico.

En promedio, una sola persona fallecida puede donarle un órgano hasta a ocho personas diferentes. 

WhatsAppTeleticacom