Por Juan Manuel Vargas |2 de agosto de 2016, 9:43 AM

La iglesia católica criticó las voces -y a sus potenciales beneficiarios- que impulsan el reconocimiento de las uniones del mismo sexo así como a quienes defienden y promueven "las prácticas abortivas" en alusión a la fertilización in vitro, ya en vigencia en Costa Rica después de años de prohibición.

El púlpito de la tarima ubicada en las afueras de la basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago, fue el escenario desde donde fray Gabriel Enrique Montero, obispo de San Isidro del General, lanzó sus críticas en el marco de la homilía del 2 de agosto.

Esto dijo sobre el matrimonio tradicional y los esfuerzos que se hacen, desde la Asamblea Legislativa, por reconocer las uniones del mismo sexo. 

"Continúan desde varios frentes los ataques contra el matrimonio y la familia: la promoción de una educación sexual basada en una concepción mecánica y hedonista de la sexualidad y la promoción de nuevos modelos de unión entre parejas presentados como iguales o hasta mejores que la institución tradicional del matrimonio cristiano, como alternativas igualmente válidas para la maduración y felicidad para las mismas parejas.

"Lejos estamos de pensar que los matrimonios de antes fueran todos buenos, mientras que los de hoy fueran todos malos.

"Lo que más preocupa al respecto es que en el pasado matrimonios no muy felices lograban mantenerse, gracias a los principios y valores antes mencionados y gracias al sacrificio y no poco aguante", aseguró el prelado en su intervención de esta mañana.

Con respecto a "las prácticas abortivas", esto indicó el obispo: "Al lado de esfuerzos laudables de nuestros gobernantes por elevar la conciencia del pueblo respecto a la dignidad de la persona humana y su igualdad de derechos y deberes, se promueven al mismo tiempo proyectos de ley y prácticas abortivas contrarias a la vida humana y que buscan más bien favorecer a ciertos intereses económicos tanto nacionales como extranjeros".