Por Mariana Valladares |17 de agosto de 2024, 18:00 PM

"En Costa Rica hay pena de muerte informal, es algo que viene ocurriendo desde los años 90, entonces los abogados que se dedican a defender personas relacionadas al crimen organizado siempre van a estar en riesgo y solo ellos, también sus familias".

Estas son partes de las impresiones de Gerardo Castaing, experto en seguridad y exjerarca policial, acerca del homicidio del abogado de Tony Peña Russell, horas después de que se confirmara la prisión preventiva por un año para el sospechoso de liderar un grupo de sicarios en Limón.

El abogado, identificado como Jorge Ramírez, era exagente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y se incorporó al Colegio de Abogados en 2018. El fue atacado por tres hombres con AK-47, quienes lo persiguieron hasta su casa, en un barrio de esa ciudad portuaria.

Las autoridades tienen como una de sus líneas de investigación determinar si hay vínculo entre la confirmación de la prisión preventiva para Peña Russel y el crimen de Ramírez.

El Gerardo Castaing recomienda a los abogados evitar, hasta donde sea posible, defender a personas sospechosas de narcotráficos.

​"Las profesiones cambian, las leyes del país también y es entendible que por dinero los abogados tomen estos casos, pero ponen en riesgo su vida y la de sus seres queridos".

"Este caso del abogado que asesinaron en Limón, como decía, no es aislado. Aunque la forma en que lo mataron fue violenta, estas bandas poco a poco van a ir perfeccionando su modus operandi. Cortar la dinámica estructural del crimen es complejo, pero hay que hacerlo", aseguró.

Temibles armas

"El sicariato está conformado por varios elementos, el sicario, quien contrata a ese criminal, el vehículo y las armas. Las AK-47 sí abundan en el país y no solo esas, cada vez hay más armas de diversos calibres, es sencillo comprarlas o hasta alquilarlas para cometer un delito", explicó Castaing, quien también es criminólogo.

El experto explica que todos los días ocurren homicidios a manos del crimen organizado, lo que hace que la ciudadanía y las autoridades lo vean con normalidad.

"Un hecho de tanto repetirse se vuelve normal, eso es lo que está pasado, el gobierno lo ve normal, la ciudadanía también, pero esto no es normal. Es inseguridad, no solo para los abogados, cualquier persona que se acerque de alguna manera al narcotráfico está en peligro. Creo que es un aviso al Poder Judicial, hay que hacer algo", expresó.

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