Expresidente del Central: “La capacidad de consumir se va a ver reducida para muchos hogares”
Rodrigo Cubero prevé un panorama complejo para el 2023, con la inflación y el tipo de cambio golpeando aún más el bolsillo de los costarricenses.
La capacidad de consumo de los hogares costarricenses caerá aún más en el 2023, según las proyecciones presentadas hoy por el expresidente del Banco Central, Rodrigo Cubero.
El economista auguró que el próximo año será “menos halagüeño” que el actual, con un tipo de cambio por encima de los ₡700 y una inflación rondando el 7%.
En una extensa presentación ante los medios de comunicación, Cubero recordó en que el conflicto armado en Ucrania y las crisis de contenedores han disparado los precios de las materias primas en todo el mundo y, con esto, también los índices de inflación de prácticamente todas las naciones del mundo, incluida Costa Rica, que llegó en julio a 10,06%.
“En términos sencillos, las personas están enfrentando precios más altos en las pulperías, supermercados, farmacias, autobuses… Eso se va a mantener algún tiempo y, en la medida que sus ingresos no se ajusten en la misma proporción, posiblemente lo que veamos es una pérdida de capacidad de consumo de los hogares, porque los ingresos no crecen tan rápidamente como los precios que consumen y por lo tanto van a consumir menos.
“En ese contexto que vamos a enfrentar en 2022 y posiblemente por una buena parte del 2023, sí es muy aconsejable que los hogares prioricen sus consumos en aquellas cosas imprescindibles, porque ciertamente la capacidad de consumir se va a ver reducida para muchos hogares como consecuencia de esa combinación de factores”, aseveró.
Cubero insistió que esas proyecciones, desde luego, están sujetas a la evolución del conflicto armado entre Ucrania y Rusia, y las presiones que este produzca, lo mismo a las tensiones que ahora se suman por una eventual ruptura entre Estados Unidos y China.
Sin recesión
Aún con ese panorama desalentador, Cubero insistió en que las proyecciones actuales no apuntan a una recesión para Costa Rica, entendida técnicamente como un crecimiento negativo de la economía por dos trimestres seguidos.
El economista aclaró que la “bonanza” que el efecto rebote de la economía tuvo en este primer semestre del año alcanzará para que el 2022 cierre en positivo, con un 6,6% de crecimiento en los primeros seis meses y un 0,4% los segundos.
“Lo que estamos hablando es que para Costa Rica el crecimiento económico de la primera mitad del año fue muy fuerte, un crecimiento del 6,6% en términos interanuales y eso ya es historia, eso quiere decir que llevamos un buen impulso y aunque esperamos una desaceleración significativa en la segunda mitad, para el 2022 como un todo el crecimiento se mantendría relativamente fuerte.
“Eso no impide que en los próximos trimestres podamos tener un crecimiento incluso negativo, pero para el 2023 estaríamos viendo tasas de crecimiento positivas”, explicó el expresidente del Central.
Precisamente, el BCCR ajustó sus proyecciones de crecimiento la semana anterior para un 3,4% este año y un 3,2% el próximo, ese último 0,7% debajo de la estimación de abril.
Para Cubero, esas proyecciones pueden ser incluso conservadoras, pero admite que la pérdida en la capacidad de consumo se mantendrá.