Por Luanna Orjuela Murcia |18 de junio de 2020, 17:17 PM

Andreína Alvarado trabaja como enfermera en el Hospital San Vicente de Paúl en Heredia. Para proteger a su hija Dianny, quien sufre de problemas respiratorios, la envió a su pueblo en Guanacaste. 

"Cuando se dio el primer caso de COVID-19 en Heredia, yo tomé la decisión de mandar a mi hija a mi pueblo, en Bebedero de Cañas. Dianny tiene muchas patologías, es asmática crónica y alérgica a casi todo. Entonces mantiene un tratamiento en el Hospital México que es la colocación de un antígeno, eso se cambia cada tres meses, se lo pusieron hoy y hace tres meses yo la acompañé y la mandé a Guanacaste", contó Alvarado.

Agregó: "yo la envié porque a mí me daba mucho susto contraer el virus, ser asintomática y llevarlo a la casa y enfermarla y que tal vez ella no lograra tolerar los síntomas del virus. Por eso yo la mandé a Guanacaste, mis hermanas son un poco dramáticas y cuando yo iba a Guanacaste en mis días libres, no me recibían. Todos los días hablábamos por videollamada, pero ya habían pasado tres meses en que no la veía".

Hace pocas horas, sus hermanas hicieron el esfuerzo para que ella y su hija se reencontraran. Ellas aprovecharon que Dianny tenía una cita importante en el Hospital México.

Las tías de Dianny la “forraron” para evitar un posible contagio de COVID-19, sabían que el encuentro iba a ser muy emocional y no iban a evitar abrazarse.

“No sé cómo explicar los sentimientos encontrados en este momento. Ver su rostro en llanto al verme, el cómo se lanzó sobre mi hasta caer al suelo ambas!!! El no saber yo ni como tocarla de la emoción que mi corazón sentía! ¡Más el susto! De romper cualquier burbuja que nos teníamos por más 'protección' que ella tenía”, escribió Alvarado en su muro de Facebook.

La madre recalcó que hace tres meses no sentía su olor, ni su respiración y que cada día a día la extrañaba más y más.

Además, que su alma lloraba la ausencia: abrazar a la niña era su mayor anhelo.

“Hoy pude verte solo unos minutos porque tenías que regresar. Y aunque encontrarnos me reinició de nuevo y me dio las fuerzas que necesito para seguir. Queda el vacío enorme de tu ausencia nuevamente”, finalizó Alvarado.