Cura tico tendrá rol clave en logística del funeral de papa Francisco
Francisco siempre recordaba a Costa Rica por su café, al que llamaba “el mejor del mundo”, según relató el sacerdote Édgar Brenes, quien participará en su despedida.
El sacerdote costarricense Édgar Brenes, originario de Cartago, tendrá un papel fundamental en la logística de las honras fúnebres del papa Francisco, que se realizarán este sábado en el Vaticano y que podrían congregar a más de 300.000 fieles.
Brenes, quien reside en Roma desde hace más de dos años, es ayudante ceremoniero del sumo pontífice. Forma parte de un grupo de 19 sacerdotes estudiantes que colaboran “detrás de cámaras” con los ceremonieros pontificios durante las celebraciones oficiales del papa.
Gracias a este rol, ha tenido la oportunidad de compartir con Francisco en cuatro ceremonias litúrgicas. En entrevista con el programa Buen Día, relató una anécdota especial que vivió con el pontífice.
"Fue muy bonito, muy emocionante. Llenan mucho la vida de fe de quienes nos consideramos católicos practicantes. Es muy emocionante ver al Santo Padre que llega siempre media hora antes de la celebración y saluda a los que van a hacer el servicio litúrgico durante esa misa. Primero con los seminaristas, luego con los sacerdotes, los asistentes, los ceremonieros hasta llegar al maestro de ceremonia. Él siempre tiene el detalle de ir uno por uno, preguntando de qué país viene cada quien.
"Yo le hablaba en español, le decía que era de Costa Rica y, como siempre, él usaba la frase muy típica para nosotros: 'El mejor café del mundo'. Y ya se soltaba a reír un poco, porque curiosamente el papa Francisco no tomaba café, pero lo reconocía como el mejor del mundo", contó en una entrevista con Buen Día.
Brenes llegó a Roma, Italia, para estudiar Liturgia y, por recomendación del nuncio apostólico Bruno Musaró, consiguió convertirse en ayudante ceremoniero.
Su papel en las actividades programadas para el próximo sábado será de alguna forma diferente al usual, pues en las honras fúnebres de Francisco se espera que la Basílica de San Pedro y la Vía de la Conciliación sean abarrotadas por más de 300.000 fieles que se acercarán a dar un último adiós al pontífice.
Pero en la logística, además, se espera la llegada al Vaticano de 3.500 sacerdotes. Precisamente, la tarea que el cura nacional tendrá posiblemente involucrará la asistencia de estos.
"Hasta el día de mañana (viernes) tenemos la prueba o enseño. Ahí nos coordinan y nos dirán cuáles serán los servicios de cada uno. Usualmente, nosotros colaboramos en la parte de la comunión, de llevar los grupos de seminaristas o sacerdotes a lugares específicos de la plaza o en la vía de la conciliación, para que puedan distribuir la comunión a los fieles", mencionó.
También tendrá que colaborar con otras partes de la ceremonia, como la ofrenda, la entrega de folletos y, en términos generales, el mantener el orden.
Y, desde ya, Brenes tiene claro que el único momento en el que podrá sentarse es en las lecturas y las homilías.
"Es muy laborioso el trabajo que realizamos nosotros en las celebraciones", subrayó.
Pese a esa ardua labor, este sacerdote comprende que su rol lo ha "marcado enormemente", debido a la responsabilidad y compromiso que conlleva. "Al mismo tipo es una gran bendición", destacó.
Asimismo, el cura explicó que como ayudante ceremoniero ha podido tener una visión diferente sobre la Liturgia, lo cual le ha dado mayor madurez y serenidad.
El arzobispo de San José, José Rafael Quirós, será quien represente de manera oficial a la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR) en el funeral de Francisco.