Por Mariana Valladares |29 de junio de 2024, 8:00 AM

Es común escuchar que los perros se parecen a sus dueños y, aunque podría parecer solo una percepción, hay estudios y especialistas que lo respaldan.

Uno de los factores clave es la selección. Las personas tienden a elegir canes que se asemejan a ellos en términos de apariencia física. Esto se conoce como el “efecto del parecido”: los humanos se sienten más cómodos y atraídos por lo familiar. Por ejemplo, alguien con cabello rizado podría inclinarse por un perro con pelaje similar.

Además, con el tiempo, tanto los dueños como sus mascotas desarrollan comportamientos y hábitos similares.

Teletica.com conversó con Alejandra Alvarado, especialista en comportamiento animal, quien explicó que la convivencia estrecha y la influencia mutua juegan un papel importante en el proceso de adaptación de una mascota. Los perros son extremadamente perceptivos y suelen imitar el comportamiento de sus dueños, lo que refuerza la idea de que se parecen.

"Normalmente, cuando adoptamos o llega un nuevo miembro canino a la familia, se hace un vínculo entre el animal y la persona, ahí empieza la elección de con qué humano me siento más cómodo, qué humano se parece más a mí o me gustan sus actitudes, para luego imitarlas. Por ejemplo, si soy una persona activa, mi perro se va a acostumbrar a hacer deporte, salir a caminar; mientras que si soy más sedentario, mi mascota me acompañará mientras veo series o simplemente estoy acostado", explicó.

Alvarado indicó que los perros llegan a conocer tan bien a cada miembro de la familia que entienden cuando alguno está molesto, se saben sus rutinas y, de acuerdo a ello, eligen lo que se puede llamar como “su humano favorito”, aunque no es siempre al que le rinde respeto y para él es su líder. Por lo que es cierto el mito de que los perros, al igual que las personas, “hacen clic”.

"Para los perros, nosotros somos sus líderes y parte de su manada. Él elige quién es su persona favorita, su amo, por los comportamientos y la compatibilidad. Pero no siempre el amo es esa persona con la que le encanta estar. Sí, es normal que si es mi perro me ame a mí, pero también es normal, que a mí me pasa, llego con mis perros donde mi abuela y se vuelven locos porque ella los acaricia. Es eso, entender que cada mascota es diferente y a algunos les encanta que los toquen, otros solo piden su espacio y, de acuerdo a eso, eligen el humano que más se parezca", señaló la experta.

La similitud entre perros y dueños no es solo una cuestión de percepción, sino que tiene fundamentos en la convivencia. Esta conexión profunda refuerza el vínculo especial que se forma entre humanos y sus compañeros caninos, haciendo que, de una forma u otra, ambos se parezcan cada vez más. 

Lo importante de todo esto es amar a su mascota, educarla y entender que un perro es una gran responsabilidad.

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