Guía para interpretar el lenguaje canino y evitar accidentes
Existen distintos tipos de agresividad, según el historial y el contexto de cada perro. Conversamos con una experta para ampliar las claves fundamentales del comportamiento canino.
Ante el lamentable caso del niño de dos años que murió este lunes en Pérez Zeledón tras ser atacado por un perro, es indispensable dar a conocer las maneras en las que se puede interpretar el lenguaje canino para evitar este tipo de accidentes.
Especialmente porque existen distintos tipos de agresividad en los canes, según su historial y según el contexto en el que se encuentran. Con esto en mente es que acudimos a la doctora Mary Carmen Freimann, Médica Veterinaria especializada en Comportamiento Animal, para ampliar todos los detalles en esta entrega de
Mascoticas."El lenguaje canino es muy rico, tiene muchas señales, pero hay que conocer el contexto de cada situación", enfatiza la experta.
Existe la agresividad defensiva, que aparece cuando el perro siente miedo. En estos casos, el animal suele meterse la cola entre las patas, muestra una mirada baja con las orejas hacia atrás, por lo general está arrinconado y, si una persona se le acerca, puede reaccionar mordiendo
(ver ejemplo 1)."Es importante señalar que no necesariamente el hecho de que un perro no me gruña o no me enseñe los dientes no significa que no me vaya a morder", comentó la etóloga.
También está la agresividad ofensiva, provocada, entre otros factores, por el interés de defender su territorio (ver ejemplo 2).
"Ocurre cuando el perro le ladra a las personas que pasan por el portón, tiene el pelo erizado en el lomo, orejas paradas, actitud de 'me voy a hacer más grande, no te quiero cerca, pero no necesariamente te voy a morder, pero sí te advierto que te alejes", agregó la experta.
La veterinaria aseguró que, en la mayoría de los casos, estas señales suelen presentarse antes de un accidente por mordedura. Incluso es posible que sea una conducta que el perro ya tenía y que los dueños dejaron pasar por alto.
"Hay que ser conscientes de que el perro siempre nos da advertencias y tenemos que saber interpretarlas. No sé el contexto de lo que pasó con este niño, pero debemos de tomar medidas y darle importancia a las señales previas del perro para evitar futuros casos", finalizó Freimann.
La experta recomendó que, si a un perro no le gustan los niños, es preciso que sus dueños se encarguen de socializarlo para evitar accidentes.
Además, destacó que, si bien hay un factor genético que incide en el comportamiento del animal (al haber razas más agresivas que otras), la conducta generalmente se determina según la experiencia de cada perro.
El factor genético se puede fortalecer y disminuir según sus vivencias. Uno puede tener la raza de perro con el pedigree más tranquilo, pero si sufrió traumas en algún momento de su vida y tuvo una mala socialización, puede terminar convirtiéndose en un perro agresivo.
Recuerde que la socialización es un proceso clave que debe realizarse en los primeros tres a cinco meses de vida y que jugará un papel fundamental en sus futuras relaciones.
En la nota adjunta a continuación, una etóloga repasa las estrategias principales para socializar a un can.