Por AFP Agencia |31 de julio de 2024, 5:35 AM

El guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, prometió un "duro castigo" a Israel tras el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán el miércoles.

"Con esta acción, el régimen sionista criminal y terrorista preparó el terreno para un duro castigo, y consideramos que es nuestro deber buscar venganza por su sangre, pues fue martirizado en territorio de la República Islámica de Irán", dijo Jamenei en un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias IRNA.

De momento, Israel declinó hacer comentarios.

La Guardia Revolucionaria de Irán indicó que el ataque contra su residencia acabó con su vida y la de uno de sus guardaespaldas. Según medios iraníes, el bombardeo se produjo a las 2:00 a. m. hora local.

En el exilio entre Turquía y Catar, el dirigente islamista de 61 años había viajado a Teherán para asistir a la ceremonia de investidura del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, quien aseguró que la República Islámica hará que Israel "lamente" el asesinato de Haniyeh.

Irán declaró tres días de luto oficial.

El jueves se celebrará una ceremonia funeraria "oficial y pública" en Teherán, antes de trasladar el cuerpo de Haniyeh a la capital de Catar, Doha, donde será enterrado el viernes, indicó Hamás.

Reacción internacional

Numerosos países como Turquía, China, Rusia o Catar condenaron el asesinato y alertaron del riesgo de empeoramiento y extensión del conflicto.

El asesinato "podría sumir a la región en el caos y socavar las posibilidades de paz", alertó la cancillería de Catar, donde está instalada la dirección política del grupo palestino.

Se sumó a las condenas el presidente de la Autoridad Palestina y a menudo rival, Mahmud Abás, que pidió a los palestinos "permanecer unidos, mantener la paciencia y seguir firmes contra la ocupación israelí".

Considerado un pragmático dentro de Hamás, Haniyeh mantenía buenas relaciones con las distintas facciones palestinas, incluso sus rivales.

Tras conocerse su muerte, las diferentes facciones convocaron una huelga general y marchas de protesta.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió destruir a Hamás y recuperar a todos los rehenes secuestrados en el ataque del 7 de octubre.

La acción de los milicianos de Hamás provocó 1.197 muertos en el sur de Israel, en su mayoría civiles, según un balance de AFP basado en datos oficiales israelíes.

Los combatientes islamistas también secuestraron a 251 personas. El ejército estima que 111 siguen cautivos en Gaza, de los que 39 habrían fallecido.

La campaña militar de represalia de Israel en Gaza ha matado al menos 39.445 personas, según el Ministerio de Sanidad del territorio.

El primer ministro de Catar, un país mediador junto con Estados Unidos y Egipto para alcanzar una tregua y un acuerdo de liberación de rehenes entre Israel y Hamás, señaló que el asesinato de Haniyeh pone en entredicho todo el proceso de mediación.

"Los asesinatos políticos y el hecho de que los civiles continúen estando en el punto de mira en Gaza [...] nos llevan a preguntarnos cómo puede tener éxito una mediación cuando una parte asesina al negociador de la otra parte", escribió Mohammed bin Abdelrahman al Thani en X.

"La paz necesita interlocutores serios", insistió, en momentos en que las negociaciones para una tregua en Gaza no dan visos de avanzar.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que un alto el fuego en Gaza es un "imperativo duradero" y aseguró que Washington no estaba "al corriente" ni "implicado" en la muerte de Haniyeh.

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