Costa Rica espera que Israel acate medidas dictadas por Corte Internacional de Justicia
El canciller Arnoldo André afirma que el país "apelará siempre a la protección de los civiles y el acceso de ayuda humanitaria".
Costa Rica espera que Israel acate el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitido la mañana de este viernes, que le exige impedir un "genocidio" en la Franja de Gaza, al tiempo que le ordena permitir el acceso de ayuda humanitaria.
Ante consulta de Teletica.com, el canciller Arnoldo André que el país confía en la solución pacífica de controversias, así como en el rol del multilateralismo y de las instituciones de derecho internacional, "en especial" del órgano judicial principal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"Esperamos que las partes en conflicto atiendan las medidas provisionales del conflicto. Costa Rica apelará siempre a la protección de los civiles y el acceso de ayuda humanitaria, y abogará por el diálogo que permita los acuerdos en la búsqueda de soluciones pacíficas", aseveró el ministro de Relaciones Exteriores y Culto.
La declaración fue suministrada en un audiovisual, a partir de una solicitud canalizada a través del departamento de comunicaciones de la Casa Amarilla.
En su dictamen, la Corte evitó hacer un llamado de alto al fuego, pero dispuso que se impida cualquier acto de genocidio en Gaza y que permita la entrada de ayuda humanitaria al territorio palestino, escenario desde el 7 de octubre de 2023 de una arrolladora ofensiva militar contra Hamás.
Tampoco se refirió un pronunciamiento sobre la cuestión de fondo del planteamiento de Sudáfrica, para determinar si las operaciones israelíes en Gaza se encuadran en la figura legal de un genocidio, un debate que puede llevar años.
Pero consideró que la "catastrófica situación humanitaria" en el asediado territorio palestino "podría deteriorarse más" antes de que pronuncie su fallo final, por lo que exigió varias medidas de emergencia.
Una de ellas urge a Israel a adoptar "medidas inmediatas y eficaces para permitir el suministro de servicios básicos y de ayuda humanitaria" en la Franja, donde 85% de los cerca de 2,4 millones de habitantes se convirtieron en desplazados internos desde el inicio de la guerra.
Además, el Estado hebreo debe "tomar todas las medidas" para "impedir" actos contemplados por la Convención para la prevención de genocidios y "castigar la incitación directa y pública a cometer un genocidio", agrega el fallo.
El tribunal emitió este fallo en el marco del recurso de emergencia presentado en diciembre por Sudáfrica, argumentando que Israel violó la Convención para la prevención de genocidios, firmada en 1948, después del Holocausto.
Reacción internacional
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu tachó de "escandalosas" las acusaciones de "genocidio"; al tiempo que la canciller sudafricana, Naledi Pandor, consideró que las medidas dictadas equivalen a un llamamiento a un alto el fuego.
Hamás, en el poder en Gaza desde 2007, determinó que el dictamen constituye un "avance importante que contribuye a aislar a Israel y a exponer sus crímenes en Gaza".
Mientras que la Autoridad Palestina, que administra parcialmente Cisjordania ocupada, vio el fallo como la manifestación de que "ningún Estado está por encima de la ley".
Los países que más han apoyado el caso ante la Corte han sido los de mayoría musulmana, entre ellos Irán, Turquía, Jordania, Pakistán, Bangladés, Malasia y las Maldivas.
Por su parte, la Unión Europea recordó que las órdenes de esta instancia "son vinculantes" y dijo esperar su "implementación plena, inmediata y efectiva".
En América Latina, países gobernados por la izquierda como Brasil, Colombia, Bolivia y Venezuela respaldaron la iniciativa de Sudáfrica contra Israel.
Por ejemplo, el presidente colombiano, Gustavo Petro, equiparó el dictamen del tribunal a un "triunfo de la Humanidad" y destacó que "lo que se impone es un cese al fuego para la liberación integral de los rehenes en ambas partes".
El presidente ultraliberal de Argentina, Javier Milei, condenó por su lado la violencia "atroz e imperdonable" de Hamás y criticó el "resurgimiento del antisemitismo".