El arte de los pesebres: "Cada uno es un homenaje a Dios y a los valores"
Jorge Luis Jiménez se enamoró del pesebrismo a corta edad. Él ha preservado piezas de hasta 12 generaciones y en su casa tiene uno de los portales más grandes del país.
Jorge Luis Jiménez Trejos, reconocido pesebrista, cuenta con 56 años de trayectoria en el arte sacro, pues desde los cuatro años se adentró en este mundo. Del pesebrismo se enamoró en el instante en que su familia le regaló su primer pasito a tan corta edad: ha preservado piezas de hasta 12 generaciones atrás e, incluso, cuenta con uno de los portales más grandes del país en su casa.
“Cada pesebre es un homenaje a Dios, a la familia, a los valores y tradiciones de los ancestros”, puntualizó Jiménez.
Debido a su amplia trayectoria, ha trabajado en numerosos portales tanto dentro como fuera del país y, este año, una de las tareas más importantes que se le encomendó fue la elaboración de un portal para Televisora de Costa Rica.
"Es un obsequio que estamos brindando para que la gente sienta lo que son los valores, las tradiciones y las costumbres de una Costa Rica que no se ha perdido", afirmó el creador de la obra.
La importancia en la tradición tica
Para el pesebrista, el punto neurálgico más delicado es cómo integrar a los adultos mayores, que son la herencia cultural de nuestro pueblo, la memoria histórica.
"Ahora que tuvimos la experiencia en el canal, puede verse en el video (adjunto a esta nota) que las miradas giran en torno al momento en que doña Olga carga al Niño Dios y lo deposita, esa es una remembranza del honor más grande que puede tener el personaje mayor de la familia, es la herencia católica que generamos de nuestros ancestros.
"Es el momento en que la familia se reúne después de la Misa del Gallo, a las 12 de la noche, y la persona mayor del hogar coloca al niño, es un momento tan sagrado, tan sublime, que se le para el pelo a uno… Me emociona hasta las lágrimas de ver a mi mamá con 100 años que, en silla de ruedas, lo coloca. Entonces es un momento místico", aseguró.
Elementos que se conjugaron en el proceso de creación
En la escenografía destaca la dimensión y proporción que giran en torno al Niño. Cuenta con imágenes de hasta 1.85 metros (las de mayor escala en el país).
Su elaboración llevó un mes de planeación y logística, así como un día entero para la producción con hasta 30 personas trabajando en conjunto, desde el vestuario hasta la luminotecnia e incluso los colaboradores que participaron en el anuncio institucional como actores.
"Tiene que haber una fusión entre las sagradas escrituras, el arte, el realismo con elementos como el barro y las tinajas, la paja donde está el pesebre, los pañales que María como madre preparaba para el niño, y esa conjunción de elementos junto con un vestuario que no es bíblico, pero sí es alegórico, ayuda a realzar la divinidad de Cristo", concluyó el artista.
Usted puede contactarlo al 8390-6659 para información relacionada con el tema. Como él indica "yo explico, doy charlas, pero nunca cobro, lo hago por amor".