Mujer narra vía crucis que implica usar transporte público o transitar por aceras en silla de ruedas
“Tenemos problemas y discriminación en el tema laboral, transporte, educación, entre otros”, dijo la activista Nicole Mesén.
Este domingo se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, sin embargo, la brecha para aislar la discriminación y mejorar la calidad de vida de esta población sigue siendo grande.
Teletica.com conversó con Nicole Mesén Sojo, una usuaria de silla de ruedas y activista del Movimiento Nacional de Personas con Discapacidad, quien alzó la voz para hacer, una vez más, conciencia y un llamado a las autoridades para voltear sus ojos e intereses a esta población tan vulnerable.
Entre los temas que más les impacta es el de la movilidad, pero también, aseguran, tienen problemas y discriminación en el tema laboral, la educación, el transporte público, entre otros.
Si bien la legislación en Costa Rica es bastante robusta en temas de accesibilidad, ya que existen lineamientos técnicos bastantes claros que indican cómo debe ser el entorno para que una persona con discapacidad pueda disfrutar de los espacios, la usuaria asegura que, del papel a la acción es lo que el sistema y la sociedad en general han fallado.
“Lo vemos todos los días en algo tan simple como las aceras, muchas no cumplen con los lineamientos de accesibilidad, para poner un ejemplo, las mismas aceras de los edificios municipales.
“Hay una desconexión y desinterés del sistema por abordar el tema de accesibilidad en el entorno físico, otro ejemplo, ahora se habla de los parques inclusivos, pero aún hay una brecha enorme, hay personas con discapacidad que no tienen acceso a ellos.
“En mi caso el tema de la movilidad es lo que más se complica, yo estoy en silla de ruedas y me he caído en aceras en mal estado en Costa Rica, yo tengo una condición en los huesos que me puedo fracturar hasta por un estornudo, ahora imagínese una caída”, explicó Mesén.

El tema del transporte público es otro punto que destacan en gran importancia, a pesar de que la ley exige el uso de rampas, estas no siempre cumplen con las condiciones mínimas para sus usuarios.
“A mí el sistema me ha negado el servicio de transporte público, yo tengo varios años ya de que tuve que tomar la decisión de dejar de utilizar el transporte público, porque era eso o seguir poniendo en riesgo mi integridad física.
“Me pasó que yo me montaba al bus y resulta que no estaban todos los elementos de seguridad para mi silla y en una vuelta la silla se movía, entonces cuando salía yo tenía que andar siempre acompañada, para que la persona estuviera de pie todo el camino sosteniéndome la silla.
“Además, muchas veces me iba a montar al bus y la rampa se dañaba, o cuando me iba a bajar la rampa se pegaba y me tenían que bajar alzada con todo y silla, desde la altura del bus, viendo mi condición de discapacidad era todo un riesgo que me cayera”, relató la joven.
Luego de vivir tantas situaciones de esas, Nicole tuvo que tomar la decisión de dejar de utilizar el transporte público por culpa del sistema.
“Quiero enmarcar esto, yo hablo desde el privilegio que tengo y pude tomar esta decisión, pero hay personas con discapacidad que no lo pueden hacer, la mayoría viven en situación de pobreza o pobreza extrema y su único medio de movilización es el transporte público, especialmente en bus, porque el taxi todavía es un lujo, yo pude tomar esa decisión, pero hay personas que no pueden y todos los días se arriesgan a tener un accidente, conozco un caso de un compañero que tuvo que ser operado y le pusieron pines porque tuvo un accidente en autobús que no tenía los dispositivos de seguridad.
“Yo no puedo movilizarme de manera autónoma en mi país, no puedo hacerlo, siempre tengo que andar acompañada porque es imposible, cada 25 metros me estoy topando con una grada en una acera, un poste, una acera en mal estado, basura, zacatal o piedras en medio de la acera, es como si tuviera que hacer un rally todos los días cuando vas a salir”, indicó.
Otro punto por mejorar es el ingreso a edificios, a pesar de que la ley lo pide, esto no siempre se cumple.
“Le pongo un ejemplo bien claro, el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa, contempla algunos elementos de accesibilidad, pero no contemplaron el diseño universal, si yo estoy en el piso 17 y sucede una emergencia, un temblor o incendio, yo no puedo evacuar el edificio de manera autónoma, tengo que esperar a que me lleguen a auxiliar, la construcción no fue pensada para eso.
“La sociedad y el sistema siguen generando un entorno para un modelo de personas, no contempla la diversidad que hay en la sociedad, en mi caso es la silla de ruedas, hay compañeros que son personas ciegas, o la comunidad sorda, el entorno no es pensado para nosotros”, aseveró.
Mesén aclaró que el problema radica en que para todo se aplica los márgenes mínimos que estipula la ley, “como por salir del paso”, en el caso del transporte público, el reglamento fue actualizado en el 2017 y decía que se tenía que actualizar conforme a los nuevos lineamientos, pero al día de hoy esto no se actualiza.
El tema de las plataformas, por ejemplo, el estudio indica que tienen que aguantar 300 kilos, pero, de acuerdo con la usuaria, a hoy ninguna plataforma de buses aguanta ese peso, “por eso muchas veces se niegan a montar una persona usuaria de silla eléctrica, porque saben que no la va a aguantar”.
Soluciones
Para Mesén es importante entender que nadie está exento de una discapacidad, ya sea un accidente o un familiar o persona cercana.
“Yo lo que les digo a las autoridades y las personas, siempre que puedo es que se acerquen a las personas con discapacidad, pregúntenles, los políticos, muchas veces toman decisiones detrás de un escritorio, haciendo suposiciones de lo que la persona con discapacidad requiere, cuando es totalmente alejado de la realidad.
“Entonces, si saben que existen organizaciones, activistas de derechos humanos con discapacidad, qué les cuesta acercarse y preguntar, nosotros estamos totalmente anuentes a acompañar, asesorar y guiar, pero si no nos toman en cuenta es imposible para nosotros, vea los proyectos de ley, nos damos cuenta prácticamente cuando ya están siendo aprobados, no hay consulta, pasar del papel a la realidad hay mucho trecho, y eso que la misma ley dice que todas las políticas públicas, acciones y normativas, tienen que ser consultadas a las personas con discapacidad”, mencionó.

La profesional explicó que lo primero que hay que hacer es no suponer, “no supongamos la vida de una persona con discapacidad ni lo que requiere, el 99.9% es totalmente alejado de la realidad”.
Es por eso que hacen un llamado a las autoridades para acercarse a instituciones como el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (Conapdis), que es un ente rector en esta materia y tienen identificadas todas las organizaciones legalmente constituidas y personas activistas que perfectamente podrían hacer los procesos de consultas.
“Qué les cuesta acercarse a ellos. Acérquense y de verdad, dejen el papel y el texto y sienten un compromiso por mejorar realmente la calidad de vida de las personas con discapacidad”, concluyó la activista.