Por Susana Peña Nassar |12 de mayo de 2024, 8:00 AM

Hace ocho años, la vida de Daryl Cruz cambió radicalmente: le amputaron una parte de sus dos piernas tras un trágico accidente ocurrido en Pavas.

En el 2016, cuando tenía 23 años, ella asistió como espectadora una competencia ilegal o pique. Uno de los carros perdió el control y la arrolló, lo que le provocó serias heridas en sus extremidades inferiores.

Hoy, ocho años después, con 31, analiza todo lo ocurrido de una manera diferente y envía un fuerte mensaje a quienes aún asisten a estas peligrosas actividades. Cruz relata, además, cómo fue su proceso físico y emocional tras perder ambos pies, así como la adaptación a las prótesis, que hoy le permiten llevar una vida casi normal.

Esta vecina de Desamparados, quien trabaja en un banco, es aventurera por naturaleza: sus "nuevos pies" la han acompañado en paseos en bicicleta, canopy, montando a caballo, en las rutinas diarias del gimnasio, en pasarelas y en en varios viajes. 

Aunque atravesó momentos muy difíciles, Cruz agradece la nueva oportunidad de vida que le dio Dios y pretende convertirse en testimonio de fe, esperanza e inclusión. Teletica.com habló con ella y, a continuación, puede encontrar la entrevista completa.

Daryl Cruz, joven que perdió las dos piernas en accidente durante pique
Daryl Cruz asegura que ya se adaptó a sus "nuevos pies".

Han pasado ocho años desde el accidente (2016), ¿cómo ha cambiado su vida desde entonces?

Es un cambio muy grande, porque uno no imaginaba lo que iba a llegar o lo que le iba a pasar. Al principio, yo no sabía qué era estar amputada porque todo es nuevo: no sabía cómo iban a ser las prótesis; pero ya, con el paso de los años, uno va aprendiendo; es bueno, es la manera en que yo lo veo. ¿Cuesta? Sí, pero sí es algo bonito, se reta uno a aprender, a ver la vida diferente. 

No hay ‘pobrecita’, no, no, eso siempre se me grabó y lo sigo expresando: no hay un ‘pobrecito’, uno tiene que salir adelante, ver las oportunidades de la vida y aprender a conocerse a uno mismo, a renovarse, reinventarse. Sí ha sido un cambio drástico: físicamente, mentalmente, hasta espiritualmente… Todo cambia.

En ese momento tenía 23 años, ahora tiene 31. ¿Analiza lo sucedido de una manera distinta?

Sí, porque digamos, como humano, ¿qué hubiese pasado si me muero?, ¿si no aguanto?, ¿si no llegan los Bomberos?, ¿o si el carro me pega diferente?, ¿qué sería de la vida de mis papás o qué sería de mi vida si no hubiese pasado el accidente? Todo eso se cuestiona, ¿qué hubiese pasado? 

Gracias a Dios, el tiempo pasa y uno evoluciona, y aprende a verse diferente. ¿Por qué diferente? Siempre lo digo, porque ya no es esa chica completa, sino que ahora tiene unos pies más fuertes, las piernas más sexys, uno se terapea. Así lo analizo: gracias a Dios fueron solo los pies y no mi vida. Gracias a Dios, disfruto más, valoro más.

Daryl Cruz, joven que perdió las dos piernas en accidente durante pique
Daryl Cruz modela para promover la inclusión.

¿Qué ha sido lo más difícil de su nueva vida tras el accidente?

Aprender a verme bonita, porque siempre lo he dicho: la sociedad es 90-60-90 y uno, diay, no tiene piecitos. Aprender a no competir y adaptarse a que uno es bonito de la forma que es, entender que no soy solo pies: Daryl es esto, es la esencia, lo que yo proyecto, lo que puedo dar. 

Uno como mujer es: que las uñas, que los zapatos, que los pies, si se me ven feos… Entonces uno empieza a batallar con eso y, luego, la aceptación, porque si yo me hubiese mostrado como ‘ay no, no quiero salir, pobrecita yo’, entonces creo que la gente como que también rechaza eso, o lo hace a uno de lado. La sociedad… cuesta mucho.

¿Ya se ha adaptado completamente a las prótesis?, ¿le costó mucho ese proceso?

Es como un recién nacido: empezar a gatear, a dar pasos. Yo era de distancias pequeñas con la andadera, aprender a soportar mi peso en los muñones y las prótesis se sienten como zancos, porque uno no puede sentir el piso como lo hacía con los pies, entonces es como tener los zancos y decir: siento esto plano, lo siento como en la rodilla, pero también siento el pie que no tengo. Es como de cero: gatear, caminar distancias pequeñas, es poco a poco, no puede ser de un solo.

¿Pero ya para usted es un tema 100% dominado?

Si pudiera, corro; pero por el tipo de prótesis no se puede. De hecho, aprendí a manejar, a andar en bicicleta de nuevo, a subir montañas: ya son mis pies, ya los adapté a mí.

Daryl Cruz, joven que perdió las dos piernas en accidente durante pique
La joven mantiene una actitud positiva y disfruta de paseos y viajes.

¿En algún momento fue difícil verse al espejo?

Sí. ¿Por qué es difícil? Porque uno está acostumbrado a verse completo. En terapia, en mi familia, tal vez yo me veía como: foto de aquí arriba, un selfi. Y me decía: si no me veo, no me voy a ver bonita. Me costó mucho, pero me pusieron un espejo: Daryl, ¿usted qué ve? Y yo lloraba, no, yo no me quiero ver. Pero tenía que verme para que el cerebro actúe de una manera diferente.

Verse al espejo es un proceso y hay que hacerlo para, uno mismo, actuar ante eso, a verse diferente.

Daryl Cruz, joven que perdió las dos piernas en accidente durante pique
Cruz reconoce que lo más difícil fue "aprender a verse bonita".

¿Cuánto tiempo tardó ese proceso?

Yo creo que como unos tres o cuatro años. Porque yo estaba en mi ‘mood’ de estar sola o estar con mi núcleo; pero cuando salgo de eso, y empiezo a ir a la universidad o a salir, ya la gente me ve. Ya conozco las miradas: hay unas de admiración y otras feas. Entonces yo tuve que verme así: yo soy esto, yo valgo mucho.

En algún momento la vi modelando…

Ah sí, yo hago pasarelas, me meto en todo. El fin de semana pasado, hubo una con Karina Ramos, y también sale este chico, Esteban Chavarría. Yo promuevo la inclusión; en realidad, no es a lo que se le llama inclusión: no es que hay solo una calle con una rampa o gradas y rampas, no, es que de verdad lo acepten a uno, que haya campañas que acepten a chicos con diferentes tipos de discapacidad. Entonces, yo modelo y doy charlas, si puedo hago fotos, y la gente, cuando lo ve salir a uno, no es la típica modelo: hay sillas de ruedas, hay chicos con prótesis, muletas, con solo una prótesis o, en mi caso, que son las dos. Yo sí modelo para romper ese estereotipo.

Daryl Cruz, joven que perdió las dos piernas en accidente durante pique
Una de las pasarelas en las que participó Daryl Cruz.

¿Alguna vez sintió culpa por haber tomado la decisión de ir a ese pique siendo tan joven, además?

Ya después de que pasa, uno se ve y dice: si no hubiese ido, ¿qué hubiese pasado?, ¿por qué fui? Pero así tenía que pasar: así lo veo y lo he proyectado, las cosas pasan porque tienen que pasar. ¿Tenía que estar ahí? Tal vez no, pero ¿por qué fui? Porque yo quería conocer, quería saber qué eran los piques. Si no hubiese ido, tal vez no sería la muchacha que soy ahorita, porque uno está acostumbrado a estar en una zona de confort (…) Hasta que le pasan cosas a uno, uno dice: mirá, yo soy capaz de enfrentar esto.

¿Me eché la culpa? Sí, porque son mis piecitos y yo los extraño, me hacen falta… ¿Qué hubiese pasado si los tengo? Quisiera correr, a veces; quisiera sentir el mar, la arena… todo eso juega en que uno diga: ¿por qué fui? Pero si me quedo ahí, no avanzo. Yo lo veo como eso, es simplemente avanzar, el día a día, porque todos los días hay pereza, tristezas, estrés. Cuando estaba triste siempre volvía a por qué fui, pero Dios me contesta de otra manera: ‘Te doy la vida’.


¿Siente que todo esto la acercó más a Dios?

Sí, porque uno ve los milagros, que de verdad sí existen; porque si el carro hubiera chocado diferente, me pega hacia la cara y el abdomen, pero fueron solo los piecitos. Pongámoslo desde otra perspectiva: usted llega, ve ese accidente y dice: ¿cómo es posible que ella esté viva? Con la cantidad de sangre que yo perdí, como estuvieron los pies... ¿Creo que Dios existe? Sí. ¿Esto me acercó más a Dios? Sí. Mi comunión con Él es diferente.

¿Guarda algún rencor contra la persona que conducía el vehículo?, ¿sabe qué pasó con él?

Sinceramente, no lo pienso, porque no está aquí. Si llegara a topármelo, no sé qué haría, la verdad no lo sé. Es un tema que me costó verlo con el perdón, porque él también es un ser humano, él también se equivocó. No dijo: ‘Mirá, Daryl, voy a ir a chocarla’, ¿me entiende? Ese tema, como le digo, no lo tengo presente, no puedo decirle si lo odio o le tengo rencor, no. No pienso en eso: allá el con Dios, allá él con lo que haga, allá él con la vida. Solo Dios se va a encargar del proceso. No le doy mente, por así decirlo.

¿Cuánto pesó el apoyo de su familia y de sus allegados en el proceso de adopción a una vida sin pies?

Pesó todo. Al principio, el primer día, yo le dije a mami: si usted no viene, yo me mato. Vea la mentalidad de uno, porque uno no está completo, o sea, uno no sabe qué está pasando. Estaba consciente de muchas cosas, pero yo decía: ¿qué hago ahora? Entonces, ellos estaban: ‘Ah no, Daryl, se ven muy lindos los muñones’, ‘usted es muy carga, qué valiente’. Y yo por dentro: ¿para qué me dicen eso? Pero era el proceso que ellos también tienen que llevar con uno.

Los amigos que realmente están ahí, uno se da cuenta, no solo por mi situación, sino en cualquier situación, uno se da cuenta a quién tiene al lado y yo tuve a los mejores porque, gracias a ellos, salí adelante.

Daryl Cruz, joven que perdió las dos piernas en accidente durante pique
Daryl Cruz utiliza las prótesis durante la mayor parte del día.

¿Cuánto tiempo usa las prótesis?, ¿cómo hace cuando no las tiene?

Las uso prácticamente todo el día. Cuando trabajo desde la casa, sí me las quito y ando en silla de ruedas, porque estoy en la casa. Cuando voy al trabajo, me baño, me alisto, me voy, las uso un ratito, al rato me las quito, como también trabajo en una silla normal. Si tengo que ir a almorzar o al baño, levantarme, lo que sea, ahí ya me las pongo. Cuando regreso y tengo que ir al gimnasio, entonces las ando. Pero si pudiese, por comodidad y porque uno dice ‘qué rico’, ando sin prótesis, es más rico para uno: es como como que usted llegue de todo el día y que se quite los zapatos, así me siento, igualito.

Me dijo que ya aprendió a manejar, ¿qué otras actividades realiza, que tal vez uno podría pensar que son complicadas para personas sin piernas?


¿Qué sueños le faltan por cumplir? 

Bueno, terminar la carrera; tener mi casa, que ese es un proyecto que yo creo que ya todas las personas quieren tenerlo, y seguir viajando, conociendo países. También seguir siendo ejemplo porque Dios, a veces, me usa para hacer eso. De hecho, mi reto hace poco fue ir a Colombia y subir la Piedra del Peñol y lo hice, con esas 700 y pico de gradas: la satisfacción fue verme arriba y que aun así, con prótesis, lo logré.

¿Su historia ha tocado vidas? ¿Hay casos que recuerde particularmente?


¿Qué sensación le da cuando ve en noticias que se siguen realizando carreras ilegales?, ¿tiene algún mensaje para las personas que participan en ese tipo de actividades?

Ese es un tema muy amplio y muy de choque porque yo, que lo viví… ‘Ay es que quién la mandó ahí, nadie la mandó, eso le pasó por eso’; pero es que nadie sabe lo que le va a pasar a uno. Entonces, obviamente, ya cuando yo paso todo este proceso, no me gustaría volver a ver a alguien pasar esto, ni a un amigo, ¿por qué? Porque es muy difícil. Uno lo supera porque Dios le da la capacidad y uno quiere salir adelante, pero cuesta.

Mi consejo es tratar de alejarse de lugares que no son para uno; pero uno es joven, uno es terco, uno quiere conocer… que no lo hagan. Yo lo hice y me pasó.

Gracias a Dios, fueron solo las piernas; pero ¿qué hubiese pasado si yo me muero también, como a muchos les ha pasado? Usted no es un pedazo de hule como para decir: ‘me pasó por encima y todo bien’, no. Es valorar la vida, valorar lo que le dicen los papás a uno, valorar cada momento que tienen. 

La vida es muy bonita como para desperdiciarla yendo a lugares donde le puede pasar algo, es prevenir: que usted pueda tener un poquito más de vida. Somos humanos, vamos a pecar, vamos a fallar; pero esa es la vida. Si usted tiene la posibilidad de ver ejemplos, como yo, que tuve la pérdida de los pies por andar en un lugar donde no debía, agarre y saque lo bueno y deseche lo malo.

Daryl Cruz, joven que perdió las dos piernas en accidente durante pique
Esta vecina de Desamparados envió un mensaje a quienes participan en piques.

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