Por Daniel Carmona |31 de enero de 2023, 10:00 AM

Julieta Dobles, una de sus amigas más cercanas, describe durante una conversación con Teletica.com al escritor costarricense Jorge Debravo (1938-1967) como estricto, pero con una pluma comprensible para todas las personas que lo leen.

"Yo aprendí mucho de él, Jorge venía al taller los sábados y ​era muy estricto con los poetas, en el taller se calificaban incluso los poemas y eso me permitió crecer mucho".

Debravo, quien falleció a los 28 años en un accidente de tránsito, es uno de los poetas más representativos del país y por esa razón es que cada 31 de enero, día de su nacimiento, se conmemora el Día Nacional de la Poesía.

“Jorge marcó una época de poesía y de inquietudes sociales en Costa Rica que encendieron mucho el alma costarricense y la gente todavía busca y lee los trabajos de Debravo porque lo entienden y su poesía es comprensible para todos”, expresó Julieta Dobles, amiga cercana del poeta turrialbeño y escritora costarricense.

Jorge Delio Bravo Brenes, nombre real del artista, aprendió a leer gracias a su madre, María Cristina Brenes, quién, según recuerda Margarita Salazar, su esposa, le permitió leer “todo lo que tenía a la mano” y, al hacerlo, se sorprendía con su talento. 

Pese a iniciar tarde su educación primaria, casi a los 11 años, para el año en el que cumplía 26, Debravo se convertía en el fundador del Círculo de Poetas Costarricenses, el primero de su género en el país, junto a su incansable amigo Laureano Albán. 

"Cuando entró al colegio conoció a Laureano, junto a Carlos Rivera y su profesor, Omar Salazar Obando, organizaron el primer taller literario para presentar sus trabajos y corregirlos", detalla Dobles.

Debravo combinó su amor por la poesía con su labor como inspector en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), trabajo que lo llevó a conocer las realidades de sus coterráneos en diferentes rincones del país y, en muchas ocasiones, inspirarlo a darle rienda suelta a su lápiz. 

"El empezó con ese trabajo en San Isidro del General y aprovechó siempre para escribir donde fuera, era una persona que escribía mucho, así estuviera en un bus, cuando no tenía otro medio, o caminando", comentó Salazar.

Este oficio le confirmó lo que, desde muy pequeño, sabía qué quería hacer: ayudar a las personas más necesitadas ante las problemáticas que él mismo presenció. En palabras de su esposa, “conoció las injusticias que se cometían a muchas personas y las muy malas condiciones de los trabajadores”. 

Su esposa, Margarita, con quien contrajo nupcias a los 21 años tras pocas semanas de conocerse, recuerda con especial cariño la respuesta que solía dar el poeta y padre de dos hijos cuando le preguntaban por qué se habían casado tan rápido.

“Él tuvo un sueño cuando tenía ocho años. Pudo ver toda su vida, que iba a convertirse en escritor y que me vio en el sueño y supo que se tenía que casar conmigo”, contó Salazar a Teletica.com.

La pluma del oriundo de Turrialba maduraba cada vez más y su poesía, entre quienes la analizaban, ya se diferenciaba por su índole social y se categorizaba como muy adelantada para su época.

“Cuando era para escribir, sacaba su rato, nosotros le dábamos el espacio que necesitaba para hacerlo, incluso nuestros hijos ya lo hacían, Jorge tenía una poesía futurista”.

En el año de su muerte, Debravo se preparaba para iniciar sus estudios universitarios en la Universidad de Costa Rica (UCR); su sueño era convertirse en abogado, su próxima trinchera para pelear por los que necesitaban de su ayuda. 

Sin embargo, Jorge Delio no logró dar ese siguiente paso con el que tanto soñaba. 

Sus anhelos y proyectos a futuro se vieron interrumpidos aquel 4 de agosto de 1967, cuando, según las publicaciones y reportes de la época, un conductor en aparente estado de ebriedad colisionó con la pequeña moto en la que viajaba Debravo, provocando su muerte en la escena. 

Yo no quiero un cuchillo en manos de la patria.

Ni un cuchillo ni un rifle para nadie:

la tierra es para todos,

como el aire.

Fragmento de 'Nocturno sin Patria' (1974)

No obstante, la historia de uno de los exponentes más importantes de la poesía nacional no terminó el 4 de agosto de 1967, cuando sufrió el accidente que le arrebató la vida. Al contrario, lo convirtió en el protagonista de un nuevo capítulo en la historia del país, uno que ha llevado sus poemas a perdurar con el paso de los años y que ha arrojado luz sobre la inmensa calidad literaria que existe dentro de nuestras fronteras.

“Mientras haya inquietudes por mejorar las condiciones de vida de los más necesitados, por la guerra y por la búsqueda de la paz, la poesía de Jorge seguirá viva tocando esos temas", comentó Dobles. 

Dobles recuerda que la lluvia fue la incómoda compañera que hizo aún más palpable la tristeza que imperaba en el día de su funeral, donde ella, junto a familiares y otros amigos del artista, despidieron a Debravo al ritmo de uno de sus poemas más reconocidos: 'Digo'.

En la voz de quién fue su amigo cercano, Laureano Albán, los versos cesaron las lágrimas de los presentes, que eran testigos de una pluma que nunca iba a dejar de deleitar a todos los que la leyeran.

Cada año, escritores de todo el país rinden un homenaje al costarricense, leyendo sus trabajos y recitando poemas de autoría propia, para mantener lo que en vida el escritor pidió en uno de sus trabajos.

Y le he dicho a la muerte que no puede matarme

Y le he dicho a la vida que no puede vencerme

Y le he dicho a la tierra que si logra enterrarme,

A donde ella me entierre, tú irás a recogerme

Y le he dicho a la nada que si logra apagarme,

Tú, con tus grandes besos, volverás a encenderme.

Resurrección - Jorge Debravo (1974)

Le invitamos a repasar el homenaje de Televisora De Costa Rica para celebrar esta fecha, donde, en la voz de nuestros compañeros, recitamos uno de sus poemas más destacados: ‘Digo’.


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