Por Paulo Villalobos |20 de marzo de 2024, 8:02 AM

El papa Francisco pidió a la Iglesia costarricense que trabaje para erradicar la indiferencia que existe ante los migrantes que atraviesan la selva del Darién —entre Colombia y Panamá— en busca de una vida mejor.

La solicitud al país forma parte del mensaje que el pontífice envió este miércoles al Encuentro de Obispos de Frontera, que se celebra esta semana en la nación vecina del sur y en la que Costa Rica tiene representación, al igual que Panamá y Colombia.

"En el Darién, con los hermanos y las hermanas migrantes. Es ahí que ellos nos esperan, en la orilla terrestre de un mar de lágrimas y muerte que une hombres y mujeres, adultos y niños de las más diferentes latitudes", escribió el papa en su mensaje, disponible en la página web del Vaticano.

"El tapón, una selva que es triunfo de la naturaleza, hoy se convierte en un verdadero viacrucis que no solo pone en evidencia los límites de la gobernanza migratoria en el hemisferio occidental, sino que alimenta un próspero negocio que permite acumular ganancias ilícitas del tráfico humano", agregó.

Francisco enfatizó que "ni los peligros que suponen el tránsito y los chantajes ilegales, ni las crecientes devoluciones o estancamientos en países donde estos hermanos y hermanas no son deseados disminuyen la atracción (real o ilusoria) de satisfacer las necesidades de empleo y mejores condiciones de vida", o una esperada reunificación familiar.

Y aunque existe una "fraternidad hospitalaria que acoge con sensibilidad humana" también, apunta, "desgraciadamente existe la indiferencia, que ensangrienta el Darién".

"Los animo a trabajar incansablemente para que sea posible erradicar esa indiferencia, de tal manera que cuando un hermano o una hermana migrante llegue, encuentre en la Iglesia un lugar donde no se sienta juzgado, sino acogido; donde pueda calmar el hambre y la sed, y revivir la esperanza", instó el pontífice.

Pidió además que "no desatiendan" todos los centros de la Iglesia de ayuda a los migrantes "que son oportunidad de acogida y caridad para con los hermanos más necesitados".

En ese sentido añadió una exhortación "a sumar esfuerzos con todas las instancias de la comunidad internacional, para que todos tengan ese derecho a permanecer en su tierra con una vida digna y pacífica".

La delegación nacional en este encuentro está conformada por los obispos Manuel Eugenio Salazar (Diócesis de Tilarán-Liberia), José Manuel Garita (Ciudad Quesada), Javier Román (Limón), Juan Miguel Castro (San Isidro), así como Daniel Francisco Blanco (auxiliar de la Arquidiócesis de San Jose y presidente de la Comisión de Movilidad Humana).

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