Emisiones de CO2 aceleraron su crecimiento en 2018
El aumento del 2,3 por ciento del año pasado en la demanda mundial de energía superó la expansión de las energías renovables y ayudó a impulsar emisiones récord de gases de efecto invernadero, dijo la AIE.
Las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2), el principal gas causante del calentamiento global, no sólo han seguido creciendo, sino que en 2018 aceleraron su progresión al 1,7 %, un ritmo no alcanzado desde 2013, a causa sobre todo de China, India y Estados Unidos.
Esos tres países representaron un 85 % de la subida del pasado año, que se debió en una parte importante a la entrada en servicio de nuevas centrales de electricidad producida con carbón, informó la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que este martes publicó su informe anual sobre la demanda energética mundial.
Las emisiones alcanzaron un nivel récord de 33.143 millones de toneladas de CO2, de las cuales un 28,6 % correspondieron a China (+2,5 % con respecto a 2017), un 14,75 % a Estados Unidos (+3,1 %) y un 6,94 % a India (+4,8 %). Por el contrario, Europa las redujo en un 1,3 %, y supusieron un 11,94 % del total.
Esfuerzos por disminuir, insuficientes
El crecimiento de dos dígitos en la generación de energía solar y eólica (31 por ciento para la energía solar) aún no fue lo suficientemente rápido para satisfacer la creciente demanda de electricidad que también impulsó el uso del carbón, el combustible más intensivo en carbono."Hemos visto un aumento extraordinario en la demanda mundial de energía en 2018, creciendo a su ritmo más rápido en esta década", dijo el director ejecutivo de AIE, Fatih Birol.
"Pero a pesar del gran crecimiento de las energías renovables, las emisiones globales siguen aumentando, lo que demuestra una vez más que se necesitan medidas más urgentes en todos los frentes" para enfrentar el cambio climático, agregó.
La generación de CO2 se había estancado entre 2014 y 2016 pese al crecimiento económico gracias a la eficiencia energética y al despliegue de tecnologías renovables, unidos a una menor demanda de carbón. Pero las cosas se torcieron desde 2017, y esa tendencia se agravó al año siguiente.
El principal motivo fue el repunte del consumo de carbón en China, India y otros pocos países del sudeste asiático, que por su naturaleza muy contaminante generó un 2,9 % de emisiones de CO2 suplementarias
Carbón, principal fuente de electricidad
Aunque ha perdido peso relativo con respecto al gas, el carbón sigue siendo a escala mundial la principal fuente de generación de electricidad y la segunda para el conjunto de la energía por detrás del petróleo.
Y de acuerdo con una estimación de la AIE, el carbón ha sido responsable de una subida de la temperatura media global de entre 0,3 y 1 grado centígrado con respecto a los niveles preindustriales.
En Estados Unidos, pese al discurso favorable al carbón de la Administración de Donald Trump, lo cierto es que su declive continuó el pasado año (-4 %) por unas plantas envejecidas que las compañías eléctricas prefieren sustituir por otras de gas.
Algo parecido ocurrió en Europa (-2,6 %), con alguna diferencia: ahí las centrales térmicas de carbón en países como Alemania, Francia, España, Italia o el Reino Unido están siendo reemplazadas por energías renovables.
FEW (EFE, AFP)
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