EE. UU. rechaza retomar el diálogo con Irán sobre acuerdo nuclear
Según la administración de Joe Biden, entre los factores que impiden el acercamiento está el apoyo iraní a grupos considerados terroristas como Hamás y Hezbolá.
Este lunes Estados Unidos cerró la posibilidad de retomar las conversaciones con Irán sobre la posibilidad de restaurar el acuerdo nuclear y levantar las sanciones sobre Teherán, después de la victoria de Masud Pezeshkian en las recientes elecciones iraníes.
En una rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, negó que Washington esté dispuesto a retomar el diálogo con Irán, unas declaraciones que llegan después de que el Gobierno iraní señalara este mismo lunes que está dispuesto a retomar las negociaciones.
"No estamos en posición de volver a la mesa de negociaciones con Irán solo por el hecho de que hayan elegido un nuevo presidente", afirmó Kirby. El portavoz argumentó que la negativa se debe a que Irán continúa apoyando a grupos considerados terroristas por Estados Unidos, como el palestino Hamás y el libanés Hezbolá, además de respaldar a los hutíes en sus ataques contra buques en el Mar Rojo, lo que se suma a que según EE.UU., Irán también está proporcionando tecnología y drones a Rusia en la guerra contra Ucrania.
Las declaraciones de la Casa Blanca se producen solo horas después de que el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kananí, asegurara que su país mantiene abiertos los canales diplomáticos para entablar conversaciones "indirectas” con EE.UU. sobre el acuerdo nuclear.
El ya presidente electo iraní, Masud Pezeshkian, prometió durante toda su campaña electoral que se esforzará por un acercamiento hacia los países occidentales y dialogar para alcanzar un acuerdo que elimine las sanciones contra Irán, y así, mejorar la economía del país.
Irán siempre ha culpado a EE.UU. y a los países europeos de incumplir el acuerdo nuclear firmado en 2015, especialmente después de que el expresidente estadounidense, Donald Trump, sacara a su país del pacto en 2018 y reimpusiera sanciones económicas contra Teherán, golpeando la economía iraní que registra una inflación de 40 %. Como respuesta, Irán redujo sus compromisos con el pacto gradualmente y ahora está enriqueciendo y acumulando cantidades significativas de uranio con una pureza del 60 %, cercano ya al nivel necesario del 90 % para fabricar armas atómicas.