Yoserth Hernández y su tarea pendiente como sustituto de Mariano Torres
El volante se perfila a ser el titular en el clásico nacional y el resto de los partidos que fue sancionado el argentino.
Por sus pies pasará mucha de la creación de juego del Saprissa por los próximos cinco partidos, incluso se perfila a ser titular en el clásico nacional ante Alajuelense este domingo.
Sin embargo, Yoserth Hernández aún no termina de gustar a los aficionados morados que le exigen todavía mucho más en la generación de juego.
El porteño de 28 años llegará al clásico nacional con 90 minutos disputados en tres partidos del Torneo de Apertura 2024.
Hernández jugó ante Herediano (derrota 0-2), Santa Ana (victoria 3-0) y el Cartaginés el sábado anterior (triunfo 1-0).
Además, jugó la Supercopa ante Herediano, donde disputó 78 minutos, pero terminaron perdiendo el certamen desde el punto de penal.
A nivel de Copa Centroamericana, el volante creativo solo ha disputado dos partidos en el certamen.
El balance general desde su llegada al equipo morado es de apenas 26 partidos disputados, una única asistencia y 1.437 minutos y sin ningún gol concretado hasta el momento.
Sus números distan mucho de ser la próxima bujía del equipo y ahora tendrá una gran oportunidad tras la ausencia del sancionado Mariano Torres, quien estará cinco partidos fuera por su expulsión ante Cartaginés.
De hecho, los morados padecen mucho la ausencia del argentino dueño absoluto de la creación del equipo.
Varios clásicos.
Sus números en clásicos también son discretos.
Suma apenas cuatro clásicos disputados. Tres de la temporada anterior y la Recopa a inicios de este certamen.
Su debut se dio en la jornada 8 del Clausura 2024 en el empate 0-0 en Tibás donde disputó 83 minutos.
El otro fue un vibrante 2-2 en el Morera Soto y en los que jugó 60 minutos.
Finalmente, disputó 31 minutos en la pasada final entre ambos en Tibás que terminó con un contundente 3-0 y les dio el tetracampeonato.
Este domingo, el volante espera volver a sumar un clásico más para brillar y comenzar de una vez por todas a despuntar como figura tibaseña.