¿Qué pasa con nuestra identidad en redes sociales cuando morimos?
Facebook tiene más de 30 millones de perfiles activos de difuntos que siguen recibiendo desde solicitudes de amistad hasta felicitaciones de cumpleaños.
Con la transformación digital, cada vez hay más cibernautas utilizando diferentes tipos de plataformas y redes sociales para tener acceso a información, bienes y servicios, así como para poder interactuar con otros usuarios.
Esta dinámica muchas veces los lleva a proporcionar importantes datos confidenciales, como los números de sus tarjetas de crédito, e incluso otros deciden compartir fotografías y videos personales. Ante esta realidad, salta una pregunta: ¿qué sucede con todos esos datos digitales una vez que morimos?
Se calcula que cada día, 10 millones de perfiles activos de fallecidos en Facebook son etiquetados o reciben felicitaciones en fechas importantes, como su cumpleaños. Pero no solo eso, muchas veces la información compartida en las plataformas también es utilizada por los delincuentes.
Según el ingeniero Rubén Fallas, consultor en Seguridad de la Información, Redes Sociales y Delitos Informáticos, las personas desconocen que tienen una identidad digital que deben proteger después de su fallecimiento e indicar a sus herederos cuál será su última voluntad sobre el manejo de sus datos, detallando sus diferentes cuentas o perfiles y la forma de acceder a ellos por medio de una computadora, tableta o celular.
En el caso de las redes sociales, el experto señala que la política y el manejo de cuentas de personas fallecidas varían según el proveedor del servicio. Algunos proveedores tienen políticas claras sobre cómo manejar las cuentas de usuarios fallecidos, mientras que otros pueden requerir un proceso más complejo.
"Cuando una persona fallece, es posible que sus cuentas de redes sociales permanezcan activas a menos que se solicite a la plataforma de redes sociales que las cierre o las convierta en un memorial en honor al fallecido. Un memorial es una cuenta especial que permite a los amigos y familiares recordar al fallecido y dejar mensajes, pero no permite iniciar sesión ni hacer cambios en la cuenta. Cada plataforma tiene sus propias políticas sobre cómo solicitar la creación de un memorial o el cierre de una cuenta" detalló Fallas.
Otra opción que brindan las redes sociales a los usuarios es indicar el nombre de la persona que será responsable de su legado, el cual podrá administrar con nuevos contenidos para recordar momentos sociales o para informar a sus seguidores sobre su cierre en una fecha establecida.
“Es importante si una persona fallece y tiene cuentas de redes sociales, que sus familiares puedan comunicarse con el proveedor del servicio para conocer sus políticas y tomar decisiones sobre qué hacer con esas cuentas. Será necesario proporcionar documentación para comprobar que se es familiar de esta persona y, en algunas ocasiones, pruebas como un certificado de defunción, para cerrar una cuenta o convertirla en un memorial”, acotó el docente de la Escuela de Informática de la Universidad Hispanoamericana.
En el caso de aquellas personas que no deseen dejar un administrador ni cerrar sus cuentas, se exponen a convertirse en víctimas de los delincuentes que pueden ingresar al perfil para sustraer toda su información personal y financiera para cometer delitos como robos, estafas, y hasta extorsión.
“Además, pueden ser objeto de suplantación de identidad, lo que podría causar daño a la reputación de la persona fallecida o a la privacidad de sus amigos y familiares. También podrían utilizar la información personal y las fotos de la cuenta para crear perfiles falsos y hacerse pasar por la persona fallecida, lo que podría llevar a confusiones y malentendidos. Algo que también se debe de tomar en cuenta es que lo anterior puede afectar emocionalmente a los seres queridos de la persona fallecida, ya que al ver las publicaciones y los mensajes antiguos puede ser doloroso y desencadenar que el proceso de duelo no llegue a culminar de manera correcta” concluyó el consultor.
Tome en cuenta estas recomendaciones para evitar un momento amargo para sus seres queridos y para proteger su integridad digital incluso después de su muerte.