Destruir un círculo virtuoso
La inclusión, que todos cuenten, que tengamos instituciones que sirvan, sin burocratismos ni corrupción, que la gente pueda estudiar. Todo esto permite avanzar.

La semana pasada abordé el tema de cómo salir de un círculo vicioso, un asunto nada sencillo. Pero la pregunta de hoy apunta a los factores que pueden destruir un círculo virtuoso de desarrollo, en el que se dan relaciones reforzadoras de rasgos positivos sobre la base de procedimientos adaptativos que fomentan la autonomía de las personas. Eso es, una orientación hacia libertades ciudadanas y salidas negociadas y pacíficas.
El círculo virtuoso se puede sintetizar, a partir de una revisión y acumulación de evidencia, sobre lo acaecido en países de Centroamérica (los menos y sólo parcialmente). La inclusión, que todos cuenten, que tengamos instituciones que sirvan, sin burocratismos ni corrupción, que la gente pueda estudiar, tenga una vida prolongada y saludable y empleo decente, que se produzca con eficiencia, en armonía con el resto de la naturaleza, sin ser vulnerables ni excluyentes. Todo esto se refuerza y permite avanzar.
Pero, ¿cómo degradar o destruir este círculo virtuoso? Son varias las condiciones:
Una condición de primera importancia está asociada al fraccionamiento radical del sistema político lo que puede conducir a una obstrucción severa a la adaptación institucional. Esto queda subrayado por la aceleración de cambios del entorno y por la manera de hacer política por parte de las fuerzas, lo que puede agregar complejidad a la que ya supone el fraccionamiento.
La caída de instituciones fundamentales por una crisis fiscal o institucional, por la corrupción, o por la ineficiencia. Si se deja de tener la confianza de que se contará con servicios oportunos y de calidad en actividades tan sensibles como la salud, la seguridad, la educación, hasta la infraestructura, el círculo virtuoso pierde consistencia; del mismo modo opera la pérdida de apoyo a esas instituciones básicas por una percepción de corrupción, o impunidad.
El desfinanciamiento severo de la inversión social puede ser el sustento de lo anterior.
Los balances macroeconómicos severamente rotos, o el deterioro de condiciones de inserción internacional tienen un carácter destructivo.
La concentración urbana sobre bases agresivas o descuidadas contra el ambiente y una alta dependencia demográfica de adultos mayores, sin crecimiento de la población activa, minan la sostenibilidad.
No se trata de tener grandes conmociones iniciales, bastaría con que comience a romperse el conjunto de relaciones reforzadoras de manera significativa, o persistente para que el deterioro y la imposibilidad de corregir y adaptar acaben con ese círculo virtuoso.