Por Susana Peña Nassar |16 de mayo de 2019, 3:45 AM

La carretera que conecta la ruta 32 con la terminal de contenedores de Moín se puso en operación con novedosas medidas para proteger la fauna.

Expertos evalúan si esos mecanismos han sido efectivos o, por el contrario, si la vía es una barrera que impide el paso seguro de animales.

Es una vía de alto tránsito, ya que la mayoría de vehículos que circulan por aquí son furgones que entran y salen de la terminal de contenedores de Moín.

La carretera atraviesa el hogar de cientos de especies, un vistazo desde arriba permite apreciarlo con más claridad.

La ruta 257 entró en operación el 4 de junio del año pasado. Es una carretera modelo cuando se habla de las medidas para proteger la fauna esto debido a que se instalaron pasos aéreos, pasos inferiores, barreras para aves, muros y mallas a la orilla de la vía.

Muchas de las respuestas a si estos mecanismos funcionan, están en una cámara ubicada a 12 metros de altura.

Las cámaras también han revelado el comportamiento de las especies debajo de la carretera.

La organización Panthera trabaja en el monitoreo del jaguar y sus presas; un proyecto en el que también participa el centro científico tropical, APM Terminals, Recope, el Ministerio de Obras Públicas, Veragua y el Grupo Vías Amigables con la Vida Silvestre.

Las cámaras trampa han documentado la presencia de felinos y, debajo del viaducto, hay huellas de su paso.

La construcción elevada también permite mantener conectividad entre ambos lados de la carretera.

Una barrera para que las aves vuelen más alto y no sufran accidentes también ayuda a cuidar los animales.

¿Cuál es la especie más afectada por los atropellos en la ruta 257? Se lo contamos en la segunda parte de este reportaje que se presentará el día de mañana.