Por Christian Montero |15 de septiembre de 2022, 23:11 PM

El hombre que fue asesinado en un centro comercial de Desamparados, junto a un hijo de cuatro años, era un viejo conocido de la policía.

Se trata de Gustavo Alonso Hernández Granados, abatido a balazos la noche del miércoles.

Desde el 2010, el sujeto registraba antecedentes por robo agravado ante la Fiscalía de Hatillo y un año después por ese mismo delito, pero en la Fiscalía de flagrancia de Goicoechea.

En el 2020, Hernández Granados fue presentado ante la Fiscalía de turno extraordinario de San José por amenazas agravadas, y en junio de este año la policía lo presentó ante la Fiscalía de flagrancia de San José por portación ilegal de arma permitida.

Alias Tavo, fue atacado por varios sujetos, quienes lo esperaban en un carro blanco en el parqueo bajo techo de los locales que se ubican en San Rafael Arriba de Desamparados.

La brutal agresión ocurrió en presencia de la madre, la pareja y dos niños hijos del fallecido, el de cuatro años murió tras recibir un disparo en la cabeza.

Para un experto en criminología y exagente judicial, casos como estos son alarmantes.

“Ese estado de confort que tiene la delincuencia ahora, en el sentido de que las penas son muy bajas o podría ser que no hay sentencias condenatorias, o también a que, tradicionalmente, las cárceles son un hotel, ha hecho que surja ese estado de confort, y se pierda la necesidad de ocultarse ante la ocurrencia de un acto criminal, esto ha hecho que los escenarios, que antes eran más restringidos, más anónimos, ahora sean públicos, no importa que sean supermercados, iglesia, bares”, explicó Gerardo Castaing, exjefe del OIJ y catedrático.

Según el especialista, lo mejor que pueden hacer las personas vinculadas a actividades delictivas es evitar exponerse en sitios públicos mientras estén con sus familias.

Este es el segundo menor que fallece este año víctima colateral de disputas entre grupos criminales.

El primer caso ocurrió en febrero en balsa de Atenas sobre la ruta 27, cuando un pequeño de dos años fue alcanzado por una bala tras un ataque dirigido hacia su padre.

Otros ataques a balazos se han conocido recientemente.

En mayo, en el Colegio María Inmaculada de Limón, fue asesinado un reconocido líder narco identificado como Ronny Dobroski Rojas, quien viajaba con su esposa y una hija del fallecido de 8 años, ambas sobrevivieron al ataque.

Y el 24 de julio, cerca de la Panasonic, a un colombiano de apellidos Cerna Tovar lo ejecutaron mientras iba en un vehículo con una niña de cuatro años.

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