Hiperplasia benigna de próstata: ¿Cómo afecta a hombres después de los 40?
El crecimiento de la próstata ocurre a todos los hombres, principalmente después de los 40 años, por lo que especialistas recomiendan realizarse el examen.
El crecimiento prostático es una condición benigna que le sucede a todos los hombres. El aumento en el tamaño de la próstata ocurre principalmente después de los 40 años, y esta es la principal razón por la cual se recomienda el examen de próstata por parte de especialistas en urología.
¿Por qué la hiperplasia benigna de próstata se debe diagnosticar y tratar? De acuerdo con los médicos, la próstata está localizada justo debajo de la vejiga, a la salida de esta, junto al inicio de la uretra, y el aumento de su tamaño con la edad puede provocar mucha sintomatología miccional (necesidad imperiosa de orinar), entre otros síntomas.
“Con los años, la próstata tiende a aumentar su tamaño, un efecto secundario de la testosterona sobre ella, y este crecimiento puede dar lugar a la hiperplasia benigna de próstata, caracterizada por la obstrucción a la salida de la orina de la vejiga, lo que provoca que el chorro al orinar sea flojo y menos potente, que se entrecorte y que no se vacíe bien la vejiga y en general, ir al baño se hace cada vez más difícil. Esto puede incluso provocar deterioro de la vejiga con complicaciones asociadas”, explicó el doctor Mario González Salas.
Si no se trata a tiempo, en la próstata se pueden llegar a desarrollar células cancerígenas con el paso del tiempo, y provocar la aparición del segundo cáncer más frecuente que padecen los varones en el mundo: el cáncer de próstata. Se calcula que, por cada cien mil habitantes varones, se diagnostican al año unos 110 cánceres de próstata.
Tratamientos y cirugía mínimamente invasiva
Los avances de la medicina hacen que los pacientes hoy cuenten con opciones mínimamente invasivas para tratar la hiperplasia benigna de próstata y otros padecimientos de este órgano.
El urólogo explica que la cirugía de próstata actualmente se puede realizar por medio de láser y se trata de un procedimiento ambulatorio, con una duración de solo dos horas y una rápida recuperación, y prácticamente indoloro, tras un procedimiento mínimamente invasivo.
“Adicionalmente, si lo que queremos es tratar una obstrucción y se trata de un caso donde la cirugía no es indicada, existe el tratamiento con vapor de agua a través de un aparato llamado Rezum. Este tratamiento administra el vapor dentro de la próstata a 100 grados, para destruir el tejido prostático que está causando la obstrucción. Es mínimamente invasivo y el paciente se va a la casa a las pocas horas. Ya a los cinco días puede retomar sus actividades normales”, detalla el especialista del Hospital Unibe.
Otro procedimiento, recomendado para las próstatas de gran tamaño (mayores a los 80 gramos) es la enucleación prostática con láser. Anteriormente, esto solo podía realizarse a través de cirugía abierta. Sin embargo, con el avance de la medicina, a través de láser, el médico puede separar la glándula prostática con un instrumento especial llamado morcelador, dentro de la vejiga, disminuyendo el riesgo y haciendo que la recuperación sea mucho más rápida y llevadera.
Prevención a temprana edad
De acuerdo con González, es de suma importancia adelantar la visita al urólogo, ya que la patología prostática (benigna o maligna) suele aparecer a partir de los 40 años, debido a la relación entre la presencia de la testosterona y la edad de los hombres.
Este riesgo aumenta si el paciente tiene un componente familiar hereditario. A los 40 años, hasta el 40% de los hombres puede tener hiperplasia benigna de próstata, a los 50 años, puede ser el 50% de los pacientes, y a los 60 años, el 60%, por lo que con la edad el riesgo va en aumento y de ahí la importancia de acudir a la revisión con un urólogo.
Agrega que, durante la visita al urólogo, se pueden despejar dudas y consultar padecimientos como crecimiento prostático, inflamación, patología tumoral o síntomas como aumento de la frecuencia al orinar, chorro con pérdida de potencia, goteo postmiccional, urgencia miccional, presencia de sangre en orina o semen, molestias o escozor al orinar, sensación continua de ganas de orinar, entre otros.
¿Qué hacer para cuidar la salud de la próstata?
A pesar de que los factores que afectan la próstata no son controlables, ya que se atribuyen principalmente a la edad, herencia o raza, es recomendable realizar chequeos médicos regularmente y seguir hábitos de vida saludables que pueden mejorar la sintomatología prostática, como beber suficiente agua, evitar la obesidad y el sedentarismo realizando ejercicio físico de manera regular y tener una alimentación balanceada con predominancia de alimentos naturales, sin ultraprocesados.